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Nubes sobre la eAdministración

¿Porqué nos gusta el fútbol?. Nos gusta porque nos emocionamos con él. Porque cuando nuestro equipo gana, nos alegramos. Porque cuando pierde, sufrimos. Nos gusta porque nos encanta ver el salto de Puyol con la melena rizada al viento sobre los alemanes y con todo el ímpetu golpea al balón hasta el fondo de la red. Nos gusta porque en ese momento, todos somos Puyol.

En Octubre de 2009, en el artículo El cloud computing y el exceso de funcionarios en España, se abría un «melón» sobre la posibilidad de racionalizar la aplicación de la tecnología en las Administraciones, usando para ello la nueva ola de tecnologías, o más bien diríamos servicios tecnológicos, basados en «la nube». En los comentarios al artículo, se palpa una contradicción, entre lo que por un lado es el apoyo a la aplicación de un enfoque revolucionario y modificador, pero con un enorme miedo al fracaso, basado en la experiencia previa de la resistencia al cambio de las Administraciones, y, porqué no decirlo, de un modelo de estado bastante descentralizado que dificulta mucho la adopción de iniciativas comunes que permitan la optimización de recursos.

Desde entonces el tema ha cobrado progresivamente vigencia. En el reciente artículo Community cloud, Montaña Merchán dice:

En 2006 ASTIC realizó el informe visión 2010 en la que, entre otras cosas se recogia la idea de la Agencia de Infraestructuras de la AGE (ATICA).  Esta propuesta cristalizaba una serie de reflexionas acerca de cómo consolidar servicios llamados a ser commodities (red de comunicaciones, correo,…) que son fundamentales para la AE pero no son estrictamente el negocio del organismo. Nos encontramos en un momento clave para el lanzamiento de esta propuesta: un entorno económico restrictivo, un entorno tecnológico que abre posibilidades y un entorno directivo permeable a la inicitiva.

Los ejemplos que cinta Monty en el artículo están en su mayor parte implantados en la actual Red SARA. Pero no olvidemos que la Red Sara se apoya en el antecesora Intranet Administrativa. Esta red se definió en unos grupos de trabajo coordinados en el MAP a finales de los 90. A su vez, la IA estaba basada a su vez en la Red RICO (Red Integrada de Comunicaciones Oficiales) una red promovida a principios de los 90 por la Secretaría General de Telecomunicaciones, que consistía en enlaces físicos que unían los diversos ministerios, y que era mantenida por Correos.

Así, vemos que las iniciativas de integración tecnológica entre los diversos órganos administrativos vienen de lejos. Sin embargo, y en mi honesta opinión, la mayoría de estas iniciativas hasta la fecha los podemos considerar como semi-éxitos cuando no directamente de fracasos. Así por ejemplo siempre me pareció que la Intranet Administrativa partía de un principio equivocado, que era el montar una red paralela «por detrás» de los Ministerios y organismos, lo cual creaba, y sigue creando, dificultades operativas importantes, duplicidades y costes que se hubiesen resuelto estupendamente si en lugar de una Intranet Administrativa se hubiese montado una Extranet Administrativa, la cual, dado el estado de la técnica era perfectamente posible cuando se puso en marcha.

Un excelente ejemplo de que partir de una situación anterior y arrastrar el lastre que supone puede viciar la iniciativa y malograr gran parte de sus posibilidades.

Con posterioridad, la Red SARA pretendió subir un escalón más y convertirse en una red de servicios intra-administrativos. Un esfuerzo admirable, con algunos ejemplos demostradores positivos, pero que en mi opinión no dejan de ser meros experimentos que demuestran la viabilidad tecnológica, pero siguen careciendo de un auténtico modelo de negocio aplicable en la Administración. El modelo que, como saben los lectores de éste blog, creo adecuado para llevar a cabo esta propuesta, pasa por la creación de un Organismo especializado, la famosa Agencia TIC.

En esas estábamos cuando llegó la crisis.

La industria lo tiene claro: la solución para la optimización del gasto TI en la Administración es crear una «Nube Administrativa», aunque, en opinión de Dave Girouard, Presidente de la División de Empresa de Google, «Parte de la incertidumbre de la Administración acerca de la Nube refleja las mismas reservas que muestran las empresas. Para para los encargados acostumbrados a mantener sus propios centros de datos, hay miedo de almacenar datos sensibles en manos de terceros«.

Entretanto las Administraciones se deciden sobre si se atreven a entrar o no en el modelo de Cloud Computing, el artíclo de Andrea di Maio aclara algunos importantes aspectos sobre lo que implica para la Administración construir su nube:

  • Gestionarlo como un negocio. Debe funcionar bien y debe demostrarse su rentabilidad (incluso aunque el beneficio revierta a la propia Administración). En caso contrario, las presiones en contra provenientes de la industria pueden ser muy fuertes, pues lo verán como una competencia directa.
  • El uso de la nube administrativa debe ser obligatorio. Es necesario obligar su uso a las administraciones, pues, sobre todo al principio, puede no ser competitivo con las ofertas de mercado.
  • Consolidarlo al nivel más general. Es importante evitar que cada Ministerio u Organismo cree su propia nube. Hay que diseñar una estrategia de consolidación de CPDs que anteceda o complemente las estrategia de la Nube Administrativa.

Sobre estos principios, DiMaio aporta algunas reflexiones:

  • Lo más importante es que el enfoque esté centrado en el usuario y no en el proveedor (ya vimos que esta era la principal crítica que yo hacía a la Intranet Administrativa)
  • Tiene sentido fomentar el uso de los activos existentes, pero no hasta el punto de hacer ineficientes las operaciones de TI (otro de  los fallos de la IA).
  • Está bien gestionarlo como negocio, pero no hasta el punto de olvidar que la Administración se centra en el valor público.
  • Consolidar es buena idea, siempre que la visión de la nube sea mixta, combinando los servicios internos y externos de forma que se maximice el valor público.

No puedo por menos que suscribir estas consideraciones. En efecto, las tres propuestas principales parecen hechas a la medida para ser depositadas en manos de una Agencia. Aunque hay un gran obstáculo, ya que la creación agencias ha sido congelada por el RD 8/2010. De modo que si no podemos crear una nueva agencia, ¿porqué no pensamos en reutilizar lo que tenemos?. Aunque el modelo no es el ideal, quizás sea posible recuperar la vieja idea de instrumentar en torno a Red.es la creación de los servicios horizontales comunes, virtualizándolos si queremos, y ofreciéndolos a todas las Administraciones. Para ello sería necesario, obviamente, que con carácter previo los Ministerios de Industria y Presidencia hablasen y acordasen al menos una linea de trabajo en ésta dirección.

Y, todo éste rollo, ¿qué tiene que ver con el fútbol?

Pues, para mí, simplemente una reflexión: a menudo nos enfrentamos a problemas diarios que se repiten una y otra vez, con lo que nos acabamos desanimando, y nos llegamos a convencer de que las cosas son así, que siempre han sido así y que siempre lo serán. Tras una serie de deseos frustrados y de fracasos, terminamos por perder la esperanza. Pero lo que está pasando con la selección tiene muchas lecturas, relacionadas con la unidad frente a un objetivo común, así como el hecho de que, tarde o temprano, si ponemos suficiente empeño, podremos lograr cualquier objetivo que nos propongamos.

De este modo, estoy convencido de que la Agencia TIC (al igual que otras medidas transformadoras de la Administración) tarde o temprano acabará por llegar, aunque tenga que ser disfrazada de Ente Público Empresarial, siempre y cuando aceptemos pulpo como animal de compañía.

Vamos, #ESP, a por la Copa del Mundo!!!

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De la rentabilidad de las TIC en las AAPP

Pedro Maestre Yenes, a la sazón Director General de Informática y Estadística del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, explicaba, a finales del siglo pasado, algo parecido a lo siguiente:

Si ponemos a disposición de los ciudadanos un trámite por medios electrónicos, podemos evitar el desplazamiento de ese ciudadano a la ventanilla. El coste de ese desplazamiento más la hora de trabajo perdida puede ser de, por ejemplo 1.000 pesetas. Si, al cabo del año, se hacen por ejemplo diezmil trámites similares, el ahorro potencial derivado de ese trámite electrónico será de diez millones de pesetas. Así pues, podemos justificar una inversión de hasta diez millones de pesetas en un proyecto para la informatización de ese trámite.

En el artículo La Eficacia y la Eficiencia de las TIC en las AAPP, defendíamos el papel estratégico que deben jugar las TIC en las AAPP, el lugar que deben ocupar en la escala directiva de los organismos, así como las posibles acciones de mejora internas necesarias para llevar a cabo eficazmente. Pero, ¿es posible argumentar el valor de las TIC en términos de rentabilidad en las Administraciones públicas?.

En general, ya resulta bastante árduo demostrar la rentabilidad de las TIC para las empresas, y podemos considerarlo sin ningún género de dudas una de las principales asignaturas pendientes de las unidades TIC de la Administración. A primera vista, hablar de rentabilidad en la Administración Pública parece un poco forzado. Según Wikipedia, la rentabilidad financiera puede verse como «una medida de cómo una compañía invierte fondos para generar ingresos«. Se suele expresar como porcentaje:

 ROE=\frac{Beneficio\ Neto}{Patrimonio\ Neto}

Aunque la propia Wikipedia balancea esta definición con otra, que denomina rentabilidad social:

Como contrapartida de rentabilidad económica hace referencia a proveer a la sociedad más beneficios que pérdidas. Toda empresa pública tiene como uno de sus fines principales este tipo de rentabilidad, puesto que su objetivo más importante no es generar ganancias sino dar a la sociedad un servicio que le sea útil y le evite problemas.

En ambas definiciones sin embargo está presente el concepto de beneficio. ¿Qué beneficio generan las TIC en las AAPP?. Fundamentalmente, y como veíamos en el anterior artículo, permiten alcanzar los objetivos de eficacia y eficiencia.

Yo sin embargo creo que es necesario ir más allá. Para mí, uno de los principales el objetivos del CIO de las AAPP debe ser, en todo momento, poder demostrar en qué se traduce, en términos de servicio público, cada euro que se destina a su unidad. Existen herramientas, técnológicas y organizativas, para lograrlo. Pero lo esencial es obtener indicadores de resultados, y ponerlos en relación con los recursos necesarios para lograrlos.

Así, es posible obtener estadísticas de acceso a la página web del organismo, y después dividir este dato por el coste de inversiones y servicios necesarios, de forma que podamos decir, por ejemplo, «durante el año 2009 hemos recibido un total de 10 millones de visitas a nuestra página web, y como hemos invertido un total de 1 millon de euros en infraestructuras y servicios, cada visita a nuestra página nos cuesta, por término medio, 10 céntimos de euro.» Igual podemos hacer con los trámites, prorrateando el número de trámites realizados al año sobre el coste de infraestructuras, de modo que, si por ejemplo hemos gestionado 30.000 expedientes, y el coste de los recursos fuese de otro millón de euros, el coste medio (tecnológico) por expediente gestionado sería de unos 30 euros.

La obtención de estos datos, que puede parecer muy simplista, es sin embargo útil en varios sentidos. Para empezar, en un proceso de optimización (ajuste le llaman ahora) podríamos diseñan medidas que permitiesen reducir el coste por expediente gestionado, y evaluar su eficacia volviendo a calcular el indicador. Pero además es posible identificar con mayor claridad las bolsas de ineficiencia, o sea, aquellos servicios, trámites o procedimientos que están resultando desproporcionamente caros, y por lo tanto priorizar las actuaciones en estos casos frente a otros en los que podemos ver que el sistema está más o menos optimizado.

Pero, y con ésto termino, la optimización y  rentabilización de las TIC  debe formar parte de una estrategia mucho más global que afecta a toda la organización. Así, como refleja el blog Entre sueños utópicos y visiones pesimistas, en su artículo Spending challenge vs. El trámite más inútil, la aplicación de las técnicas de crowdsourcing permite identificar las posibles puntos de baja optimización. Pero como bien dice Iñaki en Todos somos necesarios para mejorar la Administración pública, «la participación de los funcionarios en los procesos de diseño, organización y mejora de los servicios públicos y, también, de las políticas públicas, no puede limitarse a este tipo de campañas más o menos esporádicas, sino que debe formar parte de un proceso sistemático y permanente.»

En definitiva, y para resumir, es necesario hacer un esfuerzo para demostrar la rentabilidad de las TIC en las AAPP, mediante la elaboración y cálculo de los indicadores apropiados, que permitan además evaluar la eficacia de las actuaciones y proyectos de mejora, en los cuales debe colaborar toda la organización.

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Las Administraciones ante las redes sociales

Reproduzco aquí el contenido de mi presentación de ayer en el evento de IDC Enterprise 2.0

Resumo a continuación las tesis expuestas en la misma:

  • Las redes sociales son un fenómeno humano: son relaciones entre personas, basadas en la confianza, en la que se producen comunicaciones basadas en el interés mutuo.
  • La tecnología ha potenciado enormemente este fenómeno humano. El potencial es tan grande que, según una teoría, se puede alcanzar a cualquier persona del mundo en un máximo de seis saltos (distancia social).
  • Los modelos de implantación de la tecnología en las Administraciones son evolutivos: no contemplan fenómenos disruptivos como las redes sociales.
  • Pero las fronteras entre la administración y la sociedad se están difuminando: en el ámbito competencial, en el canal de relación, en la forma de relación, en los procesos de negocio y en la tecnología.
  • La tecnología no ha reducido la necesidad de intermediación entre la administración y la sociedad.
  • Las redes sociales son pues un elemento clave en las relaciones entre la Administración y la Sociedad.
  • Actualmente al menos 1 de cada 2 empleados públicos ya está en las redes sociales.
    • Por lo tanto, las Administracionesya están en las redes sociales, a través de sus empleados.
    • Recordemos: las redes sociales lo forman las personas, y el empleado público es persona, aunque tiene la doble vertiente de ser, a la vez, ciudadano y empleado público.
  • ¿Cómo debe comportarse el empleado público en las redes sociales?.
  • El EBEP establece los principios de comportamiento de los empleados públicos, en los ámbitos de libertad de expresión, principios éticos, principios de conducta y posibles negligencias en el uso de la información
  • Pero es necesario desarrollar estos principios de forma específica aplicados al comportamiento en las redes sociales, como por ejemplo:
    • Dejar claro que su identidad en la red social es independiente de su posición como empleado público
    • Igualmente que sus opiniones personales expresadas públicamente no son vinculantes para la Administración
    • Que no deben tratar temas que supongan conflictos de intereses
    • Pero que pueden, y deben, difundir información pública y promover acciones alineadas con su trabajo como empleado público
    • Aunque deben abstenerse de difundir informaciones secretas o confidenciales que conozcan con motivo de su trabajo.
  • El empleado público debe ser cuidadosocon las condiciones que acepta cuando participa en una red social
    • La letra pequeña de las condiciones de uso de las diversas redes sociales podría poner en aprietos a su persona, en indirectamente, a la Administración para la que trabaja.
    • Deben contemplarse especialmente los aspectos de Identidad, Privacidad y Autoría.
  • El uso corporativo de las Redes Sociales por parte de las Administraciones debe, por otra parte, cuidar los aspectos básicos del comportamiento en las redes sociales:
    • Difundir
    • Conversar
    • Escuchar
  • La posible participación ciudadana, por medio de las redes sociales, en las Administraciones, ha de contemplarse en el marco de una estrategia definida, elaborando proyectos concretos que tengan en cuenta las ventajas y beneficios, y ampliando el alcance de forma progresiva, aprendiendo de los errores antes de abordar nuevos proyectos.

PD: Por su interés, y aunque con un poco de retraso, publico también el artículo que escribí para la revista Análisis Local, número 89,  julio 2010:

Las Administraciones ante las redes sociales. La participación ciudadana: cómo, cuándo y dónde.

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De la Eficacia y la Eficiencia de las TIC en las AAPP

Dice , en su preámbulo, la Ley 11/2007, de acceso electrónico de los ciudadanos a los Servicios Públicos

… El mejor servicio al ciudadano constituye la razón de la reformas que tras la aprobación de la Constitución se han ido realizando en España para configurar una Administración moderna que haga del principio de eficacia y eficiencia su eje vertebrador siempre con la mira puesta en los ciudadanos. Ese servicio constituye también la principal razón de ser de la Ley de acceso electrónico de los ciudadanos a los servicios públicos que trata, además, de estar a la altura de la época actual.

Estos dos términos tan administrativos están por cierto particularmente adaptados al papel que pueden jugar las TIC en las Administraciones Públicas.

Dice el RAE:

eficacia. (Del lat. efficacĭa). 1. f. Capacidad de lograr el efecto que se desea o se espera.

En términos administrativos, podemos decir que la eficacia no es más que la capacidad de conseguir los objetivos propios de la Administración. Así por ejemplo, en un programa de subvenciones, la eficacia consistiría en conseguir que se concedan las subvenciones a los solicitantes legalmente autorizados para ello, y que no se concedan a los que no lo están. Y, lo que es muy importante, en tiempo y forma.

Este principio está, además, recogido en el artículo 103.1 de la Constitución Española: «La Administración Pública sirve con objetividad los intereses generales y actúa deacuerdo con los principios de eficacia, jerarquía, descentralización,desconcentración y coordinación, con sometimiento pleno a la ley y al Derecho».

Poniéndolo en negativo, la ineficacia es cuando no se consiguen los anteriores objetivos; por ejemplo, en el caso de las subvenciones mencionado, cuando se entregan a los que no están legalmente autorizados, o cuando no se entregan a los que lo están, o cuando se entregan, pero tan tarde o de forma tan «ineficaz» que no sirven al fin para el que se concedió la subvención.

La eficiencia, en cambio, es un término más ingenieril. Dice la Wikipedia:

En economía, la eficiencia es la relación entre los resultados obtenidos (ganancias, objetivos cumplidos, productos, etc.) y los recursos utilizados (horas-hombre, capital invertido, materias primas, etc.).

Son, como vemos, cosas bien distintas. Se puede decir que la eficacia es un concepto que se dirige «hacia afuera» pues está relacionado con el resultado de lo que hacemos. En cambio la eficiencia es más hacia adentro, pues está relacionado con el cómo lo hacemos.

En estos tiempos de ajuste que corren, se nos pide a los funcionarios que mantengamos la eficacia (o sea que sigamos haciendo nuestro trabajo) pero con una mayor eficiencia (o sea con menos recursos).

¿Pueden hacer algo las TIC para mejorar la eficacia y la eficiencia de las Administraciones?.

La eficacia, tal y como yo la entiendo, tiene que ver fundamentalmente con el concepto de alineamiento con el negocio. Este concepto, tan de moda últimamente, está relacionado a su vez con la orientación a servicios: “El CIO debe orientar la organización TIC hacia la prestación de servicios”, según Eladio Quintanilla. Para ello, es imprescindible que el Director o Subdirector de Informática participe en la toma de decisiones del organismo, que conozca las necesidades de primera mano, que sea consultado antes de iniciar nuevos proyectos o iniciativas, sean de carácter organizativo, legal u operativo. En definitiva el CIO Administrativo debe estar sentado en el Comité de Dirección del organismo en el que trabaja.

La eficiencia, en cambio, tiene que ver más con la Gestión de la Calidad. La correcta gestión de la calidad sigue siendo una asignatura pendiente en muchas unidades de informática de la Administración. Según SOGETI, el 80% del coste de desarrollo de software se gasta en identificar y corregir defectos. Además, el coste aumenta a medida que se avanza en el proyecto. Así, un defecto detectado en la fase de requerimientos cuesta 40€, en diseño 120€, en pruebas e integración 480 € y hasta 3.800 € si se detecta en producción. De modo que la implantación de modelos de calidad no es un lujo, es probablemente la mejor manera de reducir costes en los proyectos de desarrollo de software en las Administraciones.

La Gestión de Proyectos, a su vez, tiene importancia tanto para la mejora de la eficacia como de la eficiencia de las unidades TIC en las Administraciones. Una mala, o inexistente, gestión de proyectos, produce efectos indesados como resultados esperados que no se cumplen, efectos colaterales en otros sistemas, alargamiento de plazos, aumento de los costes esperados, en definitiva una serie de problemas que estamos demasiado acostumbrados a ver todos los días.

Así pues, en tiempos de crisis (Crisis=Cambio) es necesario plantearse qué podemos hacer con las TIC para mejorar la eficacia y eficiencia de las Administraciones. Se dice que las TIC sólo mejoran las organizaciones si su implantación se realiza acompañada de los correspondientes cambios. Aquí hemos indicado algunas ideas sobre posibles cambios a aplicar. ¿Se os ocurre algún otro?.

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Servicios mínimos

La huelga convocada mañana por los sindicatos CC OO, UGT y CSI-CSIF, plantea un novedoso y desafiante problema: la cobertura de los servicios mínimos tecnológicos en las AAPP, y digo novedoso porque estos servicios mínimos dependientes de las unidades de tecnología en las administraciones, no lo eran tanto (ni en cantidad ni en calidad) en las anteriores huelgas, la última de las cuales data del 20 de junio de 2002.

Actualmente, todas las Administraciones, y muchas de las empresas, dependen de la tecnología para funcionar. Para el ciudadano, el impacto primordial puede residir en acceso a los trámites disponibles en las Ventanillas Electrónicas, que todos los Ministerios y Organismos dependientes de la AGE deben tener en funcionamiento en virtud de la Ley 11/2007. Por cierto, ¿habéis visto algún aviso de servicios mínimos en las páginas WEB de algún Ministerio?.

Pero es que también las Administraciones dependen de un conjunto de servicios TI sin los cuales su funcionamiento se paralizaría o dificultaría enormemente. Aunque no hayamos llegado todavía a la oficina sin papeles, el hecho es que casi cualquier trámite, actuación, revisión depende de los ordenadores para realizarse.

En casi todos estos centros de trabajo se dispone de una serie de servicios básicos, como pueden ser los servicios de ficheros compartidos, la ofimática (impresoras incluidas),  el correo electrónico, el acceso a internet (entrada y salida), la telefonía, y un conjunto de aplicaciones de negocio sin los cuales gran parte de la maquinaria administrativa se paraliza sin remedio.

En los planes de cobertura de servicios mínimos para la huelga de mañana, ¿se han estudiado y definido con claridad cuales son los servicios mínimos que deben permanecer en funcionamiento?, ¿se han analizado las labores de aprovisionamiento y vigilancia para asegurar su funcionamiento?,  ¿se han definido las personas necesarias, junto con los perfiles profesionales, que deben acudir para garantizar el funcionamiento de éstos servicios?, ¿se han especificado los protocolos de actuación para el caso de que haya problemas con estos servicios mínimos?.

Además, se tiende a pensar, sobre todo en las AAPP, que la informática funciona sola, es decir, que no hay que hacer nada para que siga funcionando. Estamos tan acostumbrados a la continuidad de los servicios TI, que no parece que sea necesario que haya gente detrás para que funcione. Así que quizás se tiende a minusvalorar y por consiguiente subdimensionar las necesidades de cobertura de esos servicios mínimos tecnológicos. Pero si hay algún problema, ¿quién va a cargar con la responsabilidad?.

Y lo de mañana será sólo un aperitivo si, como parece, finalmente tenemos huelga general: la cosa puede ser mucho, mucho más complicada…

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DiMaio: «La clave de la innovación en la Administración es recortar el presupuesto en un 50%»

Por su interés, y como demostración de que hay otras formas de abordar el ahorro en las Administraciones que no sean medidas de fuerza bruta, sino basándolo en la innovación y en la profesionalidad de los trabajadores públicos, me permito reproducir, traducido, el artículo de Andrea Di Maio titulado “The Key to Government Innovation is to Cut Budgets by 50 percent” (la traducción es mía).

«La clave de la innovación en la Administración es recortar el presupuesto en un 50 %»

Por Andrea Di Maio · 13 de mayo de 2010

Esta fue la afirmación hecha por un asistente senior en un evento de cliente donde varios de los CIOs se reunieron para hablar sobre la Administración 2.0 y otras innovaciones, cuando le preguntaron qué es lo que se necesita para activar la innovación en la Administración.

Dijo que la mayoría de las cosas que él escucha sobre Administración 2.0: transparencia, participación ciudadana y nube informática, tienen sentido, pero no hay nada realmente nuevo. La mayoría de aquellos que han estado buscando en la tecnología la evolución de la Administración en el futuro, han llegado a escenarios donde la socialización y la transformación en producto de consumo masivo («commoditization») desempeñan un papel clave. Pero su argumento era que para convertir la visión en ejecución, para realmente abrazar algunas de las transformaciones disruptivas que dicha visión implica, la única manera es cerrar el grifo, forzar a los organismos ejercer su imaginación para aplicar la creatividad al problema básico de cómo mantener las luces encendidas.

Tenga o no sentido un recorte del 50 por ciento, sí estoy de acuerdo en que sin cambios dramáticos en la asignación de los recursos, las Administraciones Públicas no tienen ningún incentivo para acometer una transformación radical. No es por casualidad que algunas de las más interesantes y valientes iniciativas tienen lugar en el plano más local, donde las limitaciones presupuestarias ya se han manifestado en toda su gravedad, y no tanto a nivel nacional o federal.

¿Significa esto que apretar los presupuestos y cortar el suministro de aire a los CIOs y sus compañeros de negocio necesariamente conducirá a la innovación?. No creo. Las organizaciones necesitan disponer de mecanismos y capacidades para aprovechar ésta oportunidad, para recompensar la innovación radical, para determinar lo que puede ofrecer valor inmediato y sostenible frente a lo que es deseable pero no esencial. Necesitan tener un cierto grado de madurez en relación a las estrategias de aprovisionamiento, la gestión de contratos y proveedores, la capacidad de evaluar y emplear las tecnologías emergentes, la gestión del riesgo, la planificación de escenarios y la gestión del portafolio. Necesitan tener gerentes capaces, que se hayan encontrado en situaciones similares, preferiblemente en otras industrias, y que tengan la capacidad de adaptarse y conducir a las personas en tiempos difíciles.

Por lo tanto, la rebaja del presupuesto puede ser una condición necesaria para desencadenar la innovación radical, pero de ninguna manera suficiente.

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Post-Tecnimap 2010

Ya pasó la Semana  Tecnimap y estamos de vuelta al trabajo. Quedan para el recuerdo algunas anotaciones e impresiones de éste Tecnimap 2010  que os cuento a continuación.

Sobre la ciudad, que no conocía demasiado, creo que tiene el tamaño ideal para un evento de estas características. Zaragoza es una ciudad acogedora y moderna. Lástima que no hayan podido aprovechar las instalaciones de la Expo-2008, pues su situación y el entorno me parecen mucho mejores que el de la Feria de Muestras, aunque en general las instalaciones y la logística del Tecnimap me han parecido correctas.

A pesar de la crisis, mi impresión es que había un ambiente muy positivo, y un nivel profesional muy alto. Es cierto que la afluencia no era, al menos aparentemente, tan numerosa como en otras ocasiones, pero no he echado de menos el ambientillo tan característico del Tecnimap. En general la afluencia a las sesiones era amplia, sobrepasándose con facilidad la mitad del aforo.

Como es lógico, y habiendo tantas sesiones paralelas, en el salón de actos principal, y en las cuatro salas de conferencias adicionales, es obligatorio seleccionar aquello que prometa ser más interesante. En mi caso asistí a la mesa de ponencias seis (la mía), a la cofrerencia sobre las Redes Sociales en las Administraciones Públicas en el Salón de Actos, y a la sesión dedicada a la Declaración de Malmö.

Todas ellas la verdad bastante interesantes. Me traigo material e ideas, algunas de aplicación inmediata, otras más de fondo. Las intervenciones que más me han gustado han sido las de Rafa Chamorro y la de Andrea Di Maio.

Rafa habló de manera clara y convincente. Las AAPP deben estar en las redes sociales, aunque siguiendo una serie de pautas, todas ellas de sentido común, y que pasan por entender el fenómeno, y sacar el máximo provecho de cada una de las herramientas, siempre teniendo en cuenta también los riesgos: saturación del canal, precipitación, mensajes negativos… Ideas interesantes: fomentar la reutilización y la remezcla, socializar los sitios web de las AAPP, desarrollar y ofrecer widgets, ser modestos en las pretensiones.

Aquí tenéis su presentación en Slideshare.

De lo que contó Andrea di Maio, cuyas posiciones él mismo define como radicales, me gustó especialmente el enfoque que daba a la presencia de las AAPP en las Redes Sociales: no presencia institucional, sino presencia personal: P2P significaría «Persona a Persona». De hecho él habla de clarificar el marco de referencia y las reglas de juego y dejar que sea el propio empleado público el que participe, siempre bajo su propia responsabilidad y criterio.

Di Maio se apoya para ello en la definición, según Gartner, de Administración 2.0: «el uso de las TI para socializar y universalizar (*) los servicios, procesos y datos de la Administración».

(*) Garter usa el término «commoditize», derivado de commodity, que no tiene traducción directa al castellano, aunque Enrique Dans hace uso de éste anglicismo en su artículo Sistemas operativos y comoditización

Mi pregunta, tanto a Di Maio como a la mesa de ponentes de la tarde del jueves («Las redes sociales en las Administraciones Públicas»), fué la misma, que intentaré explicar mejor que en el twitt:

Si las Administraciones funcionan según el principio «Top-Down», es decir, las iniciativas e impulsos viajan fundamentalmente de arriba a abajo (de la capa política a la capa directiva, y de ésta a los funcionarios de a pie) mientras que las redes sociales funcionan según el principio opuesto, también conocido como «Bottom-Up», (es decir, el impulso proviene de las personas, y de los grupos que éstas forman, creando estructuras, más o menos informales), ¿es compatible el funcionamiento de ambos principios de forma simultánea? y, de ser así, ¿cómo?.

La pregunta está motivada porque detecto un cierto choque en el funcionamiento de ambos principios. La Administración es fundamentalmente jerárquica, y tiene buenos motivos para ello. La jerarquía da seguridad y eficacia, sobre todo en un marco socio-económico estable.  Pero por ese motivo es también poco adaptable. Si el marco es cambiante, la jerarquía supone un lastre que resta eficacia al objetivo último, que es (debería ser) el servicio público.

El fundamento de las redes sociales son las iniciativas personales. Se basan en el principio de igualdad, es decir, cualquier propuesta o idea es en principio igualmente válida, y son los mecanismos de asociación los que la van promocionando y perfeccionando. Por eso mismo es bastante impredecible, y puede crear inseguridad. Pero el valor para el servicio está ampliamente ejemplificado, ya que precisamente los mecanismos sociales ejercen las debidas funciones de selección, mejora, promoción y aplicación.

En la tarde del jueves, Alorza contestó, resumidamente, que la cuestión no era si era o no posible, sino cómo hacerlo.

Sin embargo en la mañana del viernes, se formó un animado debate. Di Maio aconseja abordar proyectos sencillos, pero productivos. En otras palabras, buscar aquellos casos en los que el uso de las redes sociales suponga un éxito, un beneficio. Posición pragmática que me gustó. Yih-Jeou Wang, de la OCDE, hizo notar que la participación de las AAPP en las redes sociales tenía importantes aspectos legales que habría que estudiar. Magnus Enzell, del Ministerio de Economía de Suecia, también intervino. Creo que fué él quien comentó que el acercamiento de las AAPP a las redes sociales suponía un «apoderamiento» (empowerment) del empleado público. Finalmente la moderadora, Christine Leitner, remachó (quizás había hablado antes con Maria Teresa de la Vega 😉 ) que se trataba sobre todo de una cuestión de formación.

Bueno voy a parar aquí. Hay mucha tela que cortar, ya la iremos desgranando en el futuro.

No todo en el Tecnimap me ha parecido positivo. La web es incómoda y desorganizada. No permite búsquedas ni indexación. El día previo al evento, el 6 de abril, se estuvo cayendo durante toda la mañana.

El uso de los medios sociales que ha hecho el Tecnimap también tiene carencias. La cuenta de Twitter a veces parecía que intentase retransmitir los eventos del salón de actos como si fuese un partido de fútbol. Decenas y decenas  de twitts para un solo acto. Excesivo, la verdad.

Las fotos publicadas en Flickr, desgraciadamente no son reutilizables: la licencia dice «todos los derechos reservados». Para ser un evento de las AAPP debería dar ejemplo. Menos mal que tomé mis propias fotos, que podeis ver en flickr y en este blog, y reutilizarlas sin ninguna limitación.

Y en cuanto a las ponencias en el canal Tecnimap de Slideshare, hay muy pocas presentaciones, unas 50, cuando ha debido haber más de 200 ponencias. ¿Dónde está el resto?. Ni siquiera está la mía.

Terminaré con una reflexión acerca de la conveniencia del Tecnimap. Algunas personas con las que conversé dudaban de que, en momento de crisis y de escasez manifiesta de fondos en las AAPP fuese conveniente celebrar un evento como éste.

En mi opinión, que todos mis lectores conocéis, las TIC son, fundamentalmente, un elemento catalizador y transformador, si se aplican correctamente, esto es, con visión y con tiempo suficiente. Es indudable que estamos en una crisis. Y es indudable que saldremos de ella transformados. De modo que para mí, hay que aplicar TIC en las AAPP, y hay que aplicarlas bien.

Así pues, para aplicar TIC, hay que tener recursos (los que haya), hay que tener criterio, para lo que hacen falta buenos profesionales, y hay que tener visión, para lo que hace falta impulso político y perseverancia. Para estos dos últimos puntos, un congreso es una buena herramienta, pues por un lado crea la oportunidad y el momento, en el cual se aprovecha para lanzar o difundir iniciativas, y por otro lado crea el «efecto red», es decir el impulso colaborativo del que tan escaso está muchas veces el tejido administrativo.

Ahora que tanto hablamos de las redes sociales y las AAPP, el Tecnimap es, sobre todo y fundamentalmente, una gran red social, formada alrededor de las TIC y su aplicación en las Administraciones Públicas.

Bueno, y aquí se acaba este larguiiiiiiiiiiiiisimo post. ¡Nos vemos en Euskadi!

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Semana Tecnimap

Bueno, por fin ha llegado la semana del esperado evento. Mañana miércoles allí estaremos, D.M.

El artículo que presenté «10 ideas para Blogger Funcionarios», ha sido finalmente elegido por el «Comité  de evaluación de Comunicaciones» del Tecnimap para ser expuesto durante las jornadas.

El hecho será el jueves, día 8 de abril, a las 12:50, en la Sala D (Mesa 6). Se puede ver el listado completo de las sesiones y participantes en el PDF  Comunicaciones para exponer (PDF). Para los que andeis por allí, y queráis asistir, estáis invitados.

El texto íntegro de la comunicación «10 ideas para blogger funcionarios » está disponible en la WEB del Tecnimap.

Además, en la OEPM hemos presentado varias comunicaciones más:

He estado echando un vistazo a las comunicaciones presentadas, y debo decir en primer lugar que hay muchas y buenas, y de temas que me interesan especialmente.  He hecho una selección de las que tengo interés en leer, pero eso será tema de otro artículo.

Bueno, por último os comento que he creado una galería de fotos del Tecnimap en Flickr que tenéis enlazada desde este blog, en la zona de la derecha. Mi intención es ir poniendo fotos del evento, hechas con el móvil a pie de obra y enviadas sobre la marcha.

La cuenta en Flickr es http://www.flickr.com/photos/feserdel/

Nada más por ahora, ¡nos vemos en Tecnimap!.

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Administración Electrónica Funcionario Servicio Público Sociedad de la Información

¿Existe el Comercio Electrónico?

A principios de la década pasada (junio de 2001), un conocido Director General para el Desarrollo de la Sociedad de la Información, abría la VII Conferencia Internacional Computerworld con estas palabras:

 «Como primera aproximación al concepto e-organización me gustaría insistir en la paradoja de si realmente existe el e-business o solamente el business, y la e no es más que un nuevo modo de hacer lo de siempre«

Es decir, que realmente no existen los coches, las bicicletas, los camiones ni los autobuses, sólo existe el movimiento. El hecho de que para hacer ese movimiento se usen ruedas no es más que un nuevo modo de hacer lo de siempre: ir de un sitio a otro.

Y sigue:

«Poner la e delante de todo, puede incitar a pensar que hay dos mundos y realmente no es así«….»las e-organizaciones son las organizaciones de siempre que ahora incorporan nuevos procesos derivados del uso de la Red”….“lo realmente crucial estriba en la calidad de los servicios que ofrece y en la satisfacción que genera en los usuarios, y no en la ´E´»

Es una forma de pensar que no sería de extrañar en una persona ajena a la tecnología, pero chocaba bastante en un recien nombrado para un cargo que tenía la misión de desarrollar la sociedad de la información en España. En la excepción que se realizó para habilitar su nombramiento, se mencionaban «las especiales características de las funciones a desempeñar por el titular de la citada Dirección General, que corresponden a ámbitos tecnológicos especialmente avanzados y complejos» y de este modo se habilitaba el nombramiento de un no-funcionario para el cargo.

Es verdad que era el año 2001, y que entonces veníamos del pinchazo de la burbuja tecnológica. Valga esto como atenuante. Pero, desgraciadamente, ese reduccionismo de la tecnología a una mera cuestión instrumental sin mayor trascendencia no cesa: según refleja Andrés Nin en su Blog ¿Existe la “Administración Electrónica”?, en la intervención de ayer, dos de marzo,  de la Vicepresidenta Primera en el Congreso relativo a las prioridades en Materia de Función Pública, se acaba limitando todas las iniciativas en materia de eAdministración a una mera cuestión de formación de los funcionarios (y cito, nuevamente, pero ahora a la Vicepresidenta):

«Soy muy consciente, sin embargo, de que el éxito de la administración electrónica no se medirá, y así debe ser, por la modernización de estructuras e infraestructuras, sino por el uso que de ellas hagan los ciudadanos. Ciudadanos, como debe ser, cada día más exigentes.

Y para responder a sus demandas, a las demandas de una sociedad y una economía basadas en la información y el conocimiento, necesitamos un cuerpo de funcionarios con la capacitación adecuada.

Y para lograr este objetivo la formación es una pieza clave.»

Es decir, y traduzco el argumento, para que tenga éxito la Administración Electrónica, basta con que los funcionarios estudien tecnología (mejor dicho, Administración Electrónica). Seguiremos haciendo las mismas cosas, pero ahora sabremos cómo funcionan por dentro.

Una vez más, la reducción del papel de las TI en las iniciativas de modernización y mejora de los servicios de las Administraciones Públicas (con los ahorros que ello puede suponer), así como la creación de nuevos servicios, a  meras cuestiones accesorias o instrumentales parece indicar las carencias en la materia, precisamente, de aquellos que han elaborado el discurso.

Llevamos más de  una década diciendo, desde dentro y desde fuera, que el verdadero beneficio de las Tecnologías de la Información solo se obtiene si se aprovecha su poder transformador. Que no es hacer las mismas cosas por otros medios. Que es hacer las cosas de una forma diferente. Que es hacer nuevas cosas.

Si volvemos al símil del transporte, el desarrollo de la navegación marítima, de la locomotora de vapor, del motor de explosión y de los vehiculos motorizados con ruedas han transformado el mundo, tal y como lo conocemos. Por lo tanto, no es que sigamos yendo de un sitio para otro, es que vamos a sitios que no podríamos ir, o no lo haríamos con la frecuencia y con la comodidad con la que lo hacemos, gracias a la tecnología del transporte.

La Tecnología, como las Crisis, son grandes motores del cambio. Ignorar este hecho, o aplazarlo negándolo o minimizándolo, es tomar todas las papeletas para que resultes arrollado por sus consecuencias.

Como todos sabemos: cuando hay cambios, o eres tú el que cambia, o eres tú el cambiado.

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Administración Electrónica

Problemas del producto DNI electrónico

Soy un decidido defensor del DNI Electrónico, como queda patente por las opiniones vertidas por mí en este mismo BLOG, y me he sumado a las campañas de promoción de su uso. Considero que es una importante palanca para el uso seguro de la red en todos los aspectos en que se requiera una identificación personal, tanto en las relaciones de los ciudadanos con las Adminstraciones como con la empresas y cualquier entidad o servicio disponible. Es gratuito y ampliamente difundido. Tiene la garantía de la Dirección General de la Policia, y hereda (o debe heredar) la confianza tradicional depositada en el DNI (*).

Ahora bien, no es oro todo lo que reluce, ni todo el monte es orégano.

Montañan Merchán ha publicado en su Blog un artículo que a su vez comenta otro del PAIS del domingo, sobre las dificultades prácticas de uso del DNIe. En el artículo, Montaña muestra en general el acuerdo con las dificultades señaladas, y además pone de manifiesto el error de hacer campañas de promoción de un producto que aún no está suficientemente maduro para su aceptación y uso generalizado.

Así que reproduzco aquí el comentario que acabo de poner en su Blog al respecto:

Yo también leí el artículo que citas. Iba a escribir algo al respecto, así que aprovechando que tu te has lanzado primero, pongo aquí mi opinión.

En primer lugar, mi opinión coincide con la tuya: el titular es un poco exagerado, pero el artículo en general es bastante realista.

Yo me he encontrado con las mismas barreras que Samanta, o quizás más.

Me caducó el certificado del eDNI (sólo dura dos años, cuando el DNI en si mismo dura diez: admitamos que es incongruente) así que tuve que ir a un centro de expediciones del DNI.

Ninguna de las cuatro «kioscos DNI»que había alli funcionaba «debe ser problema de la red». Por supuesto ningún soporte técnico al que acudir.

Amablemente me indicaron que hiciese un DNI nuevo «alegando que el otro se había averiado» sin coste adicional, cosa que hice.

Al no funcionar los kioscos, no pude cambiar allí mismo la clave, por lo que me llevé mi flamante DNI nuevo y decidí hacer el cambio en mi PC de la oficina.

Instalé la utilidad para cambiar el PIN en mi PC ( Software PAD virtual Dnie) , pero no funcionaba. Puse un correo al servicio de soporte indicando el error. La respuesta del servicio de soporte fué errónea «problema con el proxy» y encontré por mi mismo la solución (usar DNIeCambioDePIN.jar directamente en lugar de cambiodepin.bat)

Es decir que el soporte, muy amable, pero ineficaz.

Además, uso el eDNI habitualmente para banca electrónica, y es muy incómodo. Sólo por introducirlo en el lector, ya me pide el PIN. Cuando accedo a visualizar los movimientos, ya me ha pedido el PIN por lo menos tres veces. Y por supuesto me lo vuelve a pedir cuando hago cualquier operación.

Por contraste, cuando yo me identifico en una oficina, me basta con enseñar el DNI sólo una vez. Incluso cuando accedo al mismo banco por usuario y password, sólo se me identifica una vez, tras iniciada la sesión no me vuelve a pedir identificación.

No solamente es incómodo, también es incompatible.

En la OEPM ofrecemos compatibilidad de nuestra WEB con dos navegadores, Internet Expolorer y Firefox. Lamentablemente, en el caso del Firefox, hemos comprobado que el DNIe no funciona correctamente. Y además no podemos hacer nada al respecto.

De modo que, para concluir, en mi experiencia, no es un problema de marketing ni de comunicación, es un problema de producto. Hasta que no se ofrezca un buen producto, sólido, cómodo, compatible, con buen soporte, las medidas publicitarias están muy bien, pero la gente no lo usará.

En resúmen, debemos considerar que el «Producto eDNI»  es todavía un producto inacabado y que precisa importantes mejoras, que deben ser resueltas antes de que esperemos que se use de forma generalizada. Y cuando hablamos de producto, y de sus problemas como tal, no estamos hablando del eDNI como esa tarjeta de plástico con contactos que tenemos guardada en la cartera, sino como algo más, que se refleja en los problemas de producto que hay que resolver, y las soluciones necesarias:

  • Problemas de usabilidad (entrega gratuita de lectores, instalación automática, facilidad para cambiar el PIN, pedir el PIN sólo cuando sea necesario,…)
  • Problemas de compatibilidad (soporte real de otros navegadores (Firefox, Chrome…) y sistemas operativos (Mac, Linux…)
  • Problemas de soporte (que funcionen los kioscos, que el servicio de soporte entienda y resuelva los problemas planteados,…)

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(*) Ya sabéis que en los paises anglosajones no existe el «Documento de Identidad» como cual. Una vez me preguntó un americano si el DNI era útil. «¿Te sirve para sacar dinero en un banco, por ejemplo?». «Sí»- le contesté. «Ah, entonces quizás merezca la pena».