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I+D+I: ¿de qué estamos hablando?

2001«De nuevo ha llegado la hora de echar un vistazo a una empresa iniciada hace más de treinta años, antes de que toda una serie de descubrimientos científicos y revoluciones tecnológicas cambiaran nuestro mundo hasta situarlo casi más allá de todo reconocimiento. Cuando empecé a escribir 2001, una odisea espacial (en una máquina de escribir, ¿han visto ustedes alguna últimamente?)…»

Arthur C. Clarke, en el prólogo de 2010: Odisea Dos.

Sir Arthur, en una simple frase, acierta a describir los elementos esenciales y las consecuencias de lo que damos en llamar «Investigación, Desarrollo e Innovación», y que sin embargo tanta confusión ofrece a nuestros gobernantes en el momento actual. Al menos, y como sucede con otros potenciadores sociales, como la educación o el sistema electoral, parece que todo el mundo cree que hay que hacer algo, pero nadie sabe exactamente qué.

Para empezar, tenemos el nuevo Plan Nacional de I+D+I 2008-2011, (descargar) que desde luego se parece bastante poco al anterior, con un enfoque netamente distinto, tratando «...de superar un modelo de Plan Nacional [2004-2007] basado en áreas temáticas (útil en los años anteriores) para pasar a un modelo de Plan construido a partir de la definición de los instrumentos, donde éstos son la respuesta de las Administraciones Públicas a los objetivos estratégicos y operativos fijados en la Estrategia Nacional de Ciencia y Tecnología (ENCYT).«

No cabe duda de que, aparte de este origen, este plan ha debido beber de fuentes como el VII Programa Marco Europeo de Investigación, y del nuevo Programa Marco para la Competividad y la Innovación (CIP).

Esta pretendida orientación horizontal no parece haber impedido al nuevo PN I+D+I reservar espacio para cinco Acciones Estratégicas verticales:

  1. Salud
  2. Biotecnología
  3. Energía y cambio climático
  4. Telecomunicaciones y Sociedad de la Información
  5. Nanociencia y Nanotecnología, Nuevos Materiales y Nuevos Procesos Industriales

Y ¿ya está?, ¿problema resuelto?. Entonces, ¿a qué viene la nota de prensa de Europa Press de ayer: La Agencia de Evaluación propone más coordinación entre el plan de I+D+i e Ingenio 2010 para reducir la brecha tecnológica?. Curiosamente, la base de esta información parece ser un informe de la AEVAL datado en Noviembre de 2007: E01/2007. Evaluación 2007 del Programa Nacional de Reformas de España. 1. Conclusiones y recomendaciones principales.español. En esta nota se señalan claramente algunos puntos claves:

  • Reforzar las estructuras de Gobierno en el seno de la Administración General del Estado (AGE) con el fin de lograr la implementación del nuevo plan nacional.
  • Garantizar la continuidad y reforzar la dependencia jerárquica del Comité de Apoyo y Seguimiento (CAS), adscrito a la Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología (CICYT).
  • Contar con la «plena implicación» de los órganos asesores de la CICYT responsables de la coordinación con las Comunidades Autónomas (Consejo General), así como con la participación de la comunidad científica, agentes sociales y administración (Consejo Asesor).
  • Reforzar la «autonomía y autoridad» del Sistema Integral de Seguimiento y Evaluación (SISE), una de las «piezas maestras» de la estrategia, con el fin de facilitar su labor de «centralización».
  • Crear la Agencia Estatal de Evaluación, Financiación y Prospectiva [de I+D+I]
  • Reformar la Ley de la Ciencia para diseñar una carrera investigadora «coherente» para todos los organismos de investigación. De esta manera, serían capaces de atraer y retener a los «mejores» científicos y presentar a los jóvenes una perspectiva de carrera «atractiva».
  • Reforzar los mecanismos de cooperación entre la política de I+D+i y otras políticas sectoriales. En particular, su contribución a los objetivos de la Estrategia Española de Desarrollo Sostenible.

Podemos recordar ahora algunas de las propuestas del PSOE en su programa electoral relacionadas con la I+D+I, y que yo comentaba en este mismo blog en el post de Montaña Merchán «A apretarse el cinturón«:

«Las nuevas propuestas del programa electoral del PSOE son variadas: la Oficina de la I+D+i podría estar de nuevo en esa línea, pero con un enfoque más instrumental (”diseño, evaluación y coordinación de la Política de I+D+i”). También aparece la “Agencia Española de Financiación de la Investigación” para “financiar proyectos de investigación básica y aplicada con criterios de excelencia científica” ¿CSIC bis?. Por si fuera poco, una nueva “Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación” .

Tiene toda la pinta de que esta nota de prensa es un claro aviso a navegantes de próximos movimientos relacionados con el nuevo gobierno que nos caerá en el mes de abril, y del reparto que tendrá lugar, así como de la insistida «Agencia de la I+D+I» aunque no queda claro cual sería su dependencia ni su incardinación con otros implicados como por ejemplo el CSIC.

A mi la verdad es que me gustaría que al final todos estos movimientos se realicen sin perder de vista que la Investigación Científica y el Desarrollo e Innovación Tecnológica deben mejorar la vida de nuestros ciudadanos y la productividad de las empresas, llevando a, según la expresión de Sir Arthur, la transformación del mundo en que vivimos. Ya que, al igual que Montaña, en su post «Innovación«, estamos demasiado acostumbrados a ver como a pesar de tener muy cosas buenas en casa, acabamos desconfiando de lo propio y buscando la tecnología y las soluciones fuera, como el análisis del propio PN I+D+I 2008-2011 muestra: como contraste al continuo incremento del esfuerzo presupuestario público en I+D, que se multiplica por cinco en los últimos diez años, la balanza del comercio exterior de productos de alta tecnología ha visto multiplicado por tres el saldo desfavorable a nuestro país en ese mismo periodo (*).

(*) El periodo de balanza comercial exterior que muestra el análisis del PN I+D+I corresponde a 1996-2005.

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Innovación

Democratizar la Innovación

El libro «Democratizing Innovation» afirma que hay dos tipos de innovación: aquella realizada por los fabricantes y la realizada por los propios usuarios. Eric Von Hippel, su autor, dice que, en oposición a la innovación convencional, realizada por los expertos en innovación de las empresas o entidades productoras de bienes o servicios, cada vez más son los propios usuarios los que innovan en esos productos o servicios, y que este tipo de innovación tiene una serie de ventajas sobre la convencional.

Aquí, los usuarios pueden ser individuos, empresas o cualquier organización. Además, una organización o usuario puede ser productor e innovador en el lado de la oferta para determinados bienes o servicios, y al mismo tiempo ser usuario para otros.

Como un ejemplo curioso sobre la innovación realizada por usuarios, comenta el desarrollo de anclajes para los pies en las tablas de windwsurfing, que permitían mejorar los salto, y que fue perfeccionándose de forma colaborativa entre todos los aficionados a este deporte.

La principal diferencia entre ambos tipos de innovación es la siguiente: mientras que en la innovación del usuario, es él quien se beneficia directamente de la innovación, en la otra tiene que haber un proceso comercial, una oferta y demanda, una venta del producto, que a su vez lleva implicada la gestión de patentes o DPI asociados a la innovación.

Las ventajas de la innovación realizada por el usuario serían:

  • Es mas barato si lo hago yo que si lo encargo
  • Conseguiré algo mas cercano a lo que deseo que si lo hace otro
  • No tengo que dar explicaciones (ni especificaciones, ni papeles)
  • Satisfacción, aprendizaje y/o diversión por el hecho de haberlo hecho por mi mismo (síndrome IKEA).

En cambio, cuando un tercero (p. ej. fabricante) interviene, se plantean algunos inconvenientes:

  • Hay que explicarle que es lo que deseo
  • El fabricante intentará innovar en un producto que sirva para mí pero también pueda vender a otros
  • El fabricante intentará reutilizar cosas que ya tiene
  • Por lo tanto hará algo que no es lo que quiero exactamente, pues sus intereses y los mios no son los mismos.

Otra diferencia entre ambos es que los usuarios tienden a hacer innovaciones más «nuevas», mientras que los fabricantes tienden a mejorar o perfeccionar aquello que ya tienen: innovación creativa frente a innovación evolutiva.

Por último, los usuarios tienden a compartir libremente sus conocimientos y mejoras obtenidas en el proceso de innovación, pues ésto les produce beneficios en el intercambio realizado con otros usuarios con problemas similares, a través de las múltiples comunidades de usuarios tan en boga en Internet. Aqui podemos decir que la red está multiplicando las posibilidades y acelerando el desarrollo de esta tendencia hacia la innovación por el usuario.

Está claro que la innovación por el usuario no gusta a todos. Para empezar las propias empresas están en contra de toda innovación que no venga de ellas mismas, y guardan celosamente los resultados y aprendizajes obtenidos como parte de su «secreto industrial», «propiedad intelectual» o patentes de diversas clases.

Las propias Administraciones, cuando diseñan y ponen en marcha medidas para el impulso de la innovación, las dirigen con carácter general a la innovación por el lado del fabricante. No es de extrañar, pues en la visión economicista imperante en el mundo de hoy, la innovación del fabricante tiene un impacto económico directo, cosa que no tiene la innovación por el usuario. Aunque esta última puede tener más beneficios de bienestar social, que no son sin embargo tenidos en cuenta.

En todo este análisis hay latente una cuestión de fondo, relativa a la libre circulación de la información y el conocimiento, de las que la Comisión Europea (Estrategia de Lisboa renovada para el crecimiento y el empleo: lanzamiento del nuevo ciclo 2008-2010) y el propio Zapatero se parecen hacer eco denominándola «quinta libertad»: la libre circulación del conocimiento (las otras cuatro: las libertades de circulación de mercancías, servicios, capitales y personas).

Según remacha Von Hippel, la proliferación de las leyes de propiedad intelectual parecen haber tenido un efecto contrario al deseado. En lugar de fomentar la creación y la innovación protegiendo a los creadores, están siendo utilizadas para monopolizar por grandes corporaciones para bloquear toda posible nueva idea o invención, al estar ya registrada.

La tesis final de nuestro libro es que las posibilidades de innovar por los usuarios aumentan rápidamente y radicalmente gracias a nuevas herramientas hardware y software y a las comunidades de innovación, configurando el denominado fenómeno de la democratización de la innovación.

Concluiré recomendando la lectura, con reflexiones sobre los derechos de propiedad intelectual, del blog de Productor de Sostenibilidad en su entrada Copia privada, canon, propiedad intelectual y derechos.

Gracias a esta entrada he conocido el libro de David Bravo Copia este libro y gracias a los comentarios a esta entrada he conocido el libro Democratizing Innovation de Eric Von Hippel, ambos con licencia de libre distribución, que me han inspirado este post.

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Funcionario Innovación

Los Village People en las Administraciones Públicas

Querida Pilar, tienes toda la razón: «Si queremos innovación, necesitamos diversidad. Los diferentes puntos de vista pueden dar lugar al caos pero también a la creatividad. Está comprobado. … . Además, para asegurar el éxito, Ashby recomienda la “Ley de la Variedad Requerida”, es decir, la complejidad de nuestro entorno debe reflejarse en la composición de la organización.»

Para mí Pilar da en el clavo: la esencia de la innovación está en las personas. También Alorza lo decía recientemente en Cultura de la innovación para el oGov:

«La cultura de la innovación, el espíritu emprendedor, la sociedad creativa… son conceptos con grandes áreas de intersección. Quizá la idea más clara y más apropiada para designar a la cultura que corresponde a una sociedad red orientada a la innovación es la que Pekka Himanen llama “ética hacker”.»

«Creo que eso da un espaldarazo a nuestra vieja arenga de que la administración innovadora precisa de funcionarios y ciudadanos hackers.»

Pero, ¿están las Administraciones haciendo algo para favorecer el cambio cultural dentro de la organización?. ¿Está favoreciéndose la diversidad, el compromiso, el espíritu emprendedor?.

Mas bien al contrario, como dice Oscar Cortés en La innovación en el organigrama de las instituciones públicas :

«….continuando con el debate sobre innovación se me ocurría que es posible que haya tentaciones por parte de algún partido político de incluir en su programa electoral la creación de alguna unidad administrativa por la innovación.

No sería desde luego la primera vez. Es habitual en las prácticas políticas (con más o menos éxito) crear estructuras relacionadas directamente con un tema en candelero…»

Parece desprenderse de este análisis que en las administraciones, la innovación tiende a considerarse algo ajeno al proceso administrativo, y que las ideas innovadoras no pueden venir del triste funcionario tramitador, sino de unos «iluminados» que van a venir con la varita mágica a descubrirnos desconocidos caminos que no conocíamos.

También sucede que con frecuencia no están muy bien vistas las personas innovadoras en las Administraciones Públicas, ni desde dentro ni desde fuera. Los que proponen alternativas son vistos como raros y peligrosos.

Creo que en las cuestiones relativas a la innovación no es posible empezar la casa por el tejado. Innovar es una forma de pensar y de hacer, y para conseguirlo es necesario buscar e incorporar en las Administraciones a personas diferentes, y por supuesto valorar y aceptar sus ideas diferentes.

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Gobernanza Innovación Tecnologías de la Información

La Administración como motor de la Innovación

mesa genteLeo con interés algunos de los recientes posts sobre la innovación en las Administraciones Públicas, como el de Alorza Cultura de la innovación para el oGov, en el que se invita a la Administración a subirse al carro de la innovación. Bien sabéis todos que estoy plenamente de acuerdo con esta tesis, tal como escribí en Por una Administración de la Innovación. Ampliando puntos de vista, quiero proponer aquí que una buena forma de subirse a este carro es precisamente tirando de él. Bueno, me voy a explicar muy rápidamente.

El BOLETIC número 44 publicado por ASTIC incluye un artículo de Juan Mulet, Director General de COTEC, titulado «Las compras públicas de
tecnología innovadora en TIC»
. La teoria expuesta por Juan es sencilla: «la compra pública en TIC puede utilizarse por las administraciones de todos los niveles como instrumento para el fomento de la innovación en el sector TIC«. Y yo añado: y debe.

La definición de Compra Pública de Tecnología Innovadora (CPTi) la darían Charles Edquist y Leifommen. En su tratado «Teoría de la Compra Pública de Tecnología y la Innovación», reconocen que esta compra se produce «cuando una entidad pública aprueba un pedido de un producto o sistema que no existe en ese momento, pero que se puede desarrollar probablemente en un periodo de tiempo razonable. Requiere el desarrollo de tecnología nueva o mejorada para poder cumplir con los requisitos demandados por el comprador.»

Tanto la Union Europea como la España están reconociendo recientemente la potencialidad de beneficio mutuo entre la innovación y las funciones públicas, en el terreno específico de la CPTi, y ha sido recogido en la reciente Ley de Contratos del Sector Público, en su artículo 11.

Que exista la oportunidad, y que sea beneficiosa para la Administración y para las empresas TIC, no quiere decir que sea fácil ni obvio. Los caminos a seguir son nuevos, y para empezar a trazarlos, ya en la concepción del Plan Avanza se contemplaba una medida específica dedicada a ello: Fomento de la Demanda Temprana.

Esta medida se ha empezado a desarrollar en la convocatoria 3/2007 de PROFIT, mediante la financiación a Proyectos y Estudios de Viabilidad destinados a la Planificación anticipada de la demanda TIC de las Administraciones Públicas:

En el caso de este medida del Plan Avanza, las actuaciones responden al objetivo de impulsar la identificación temprana de la demanda en TIC de la Administración como tractora de la investigación y el desarrollo tecnológico mediante las compras públicas, para permitir la planificación y orientación de la actividad innovadora del sector privado a las necesidades detectadas, en las siguientes prioridades temáticas:

  • Infraestructuras complejas inteligentes, para la gestión eficaz del transporte, la energía, el medio ambiente, la seguridad interior, la sanidad, etc.
  • E-administración.
  • Contenidos digitales para la educación y la formación.
  • E-inclusión y e-asistencia.

Al final se han financiado siete proyectos, en áreas tan diversas e interesantes como la Interoperabilidad entre las Entidades Locales, la Mejora del Ambiente Asistido Mediante TIC (ambient asisted living), las Infraestructuras de Transporte Ferroviario o la Continuidad de los Cuidados Sanitarios al Ciudadano.

Esperemos que terminen pronto estos estudios y sean puestas en práctica sus recomendaciones por las Administraciones encargadas de ello, demostrando que también las Administraciones podemos ser motor de innovación para la sociedad.