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Tecnologías de la Información

Las Tecnologías de la Información en España, 2007

AETIC

AETIC y el MITYC presentaron este martes el tradicional estudio «Las Tecnologías de la Información en España, 2007» en el salón de actos de la SETSI.

Los principales medios del sector se hacen eco de él, si bien con titulares diferentes:

El MITYC publica su nota de prensa con los siguientes titulares:

  • El sector Servicios, tanto informáticos como telemáticos, crece por encima del 10%
  • El gasto en Investigación y Desarrollo se incrementa un 21,4% y supera los 627 millones de euros
  • El sector de las Tecnologías de la Información cierra el año con 203.763 trabajadores y supera por primera vez la cifra de los 200.000 puestos de trabajo

Aparte de los titulares y análisis, algo triunfalistas (salvo el de El Mundo), citados, voy a poner también alguna opinión personal.

  • El peso económico de este sector se sigue desplazando disminuyendo el hardware y aumentando la consultoría y servicios, y algo menos el software. Esto es lógico y apropiado para el posicionamiento de nuestra industria.
  • Los datos son buenos. Ahora bien, no olvidemos que el periodo del informe era todavía de bonanza económica. Su fortaleza real la veremos cuando analicemos cómo afecta la crisis de éste año al sector y de forma especial, comparativamente con otros sectores.
  • Los fondos destinados a la I+D en el sector hayan aumentado un 21,4%. El motivo es principalmente el importante incremento de las ayudas a la I+D del Plan Avanza, junto con las ayudas del CDTI y de los diversos programas europeos. Es importante señalar que las empresas del sector dedican a la I+D el 3,44% de su facturación.
  • Hay algunos datos preocupantes. Por ejemplo, la tasa de financiación de las empresas en actividades de I+D disminuye frente a años anteriores: en 2006, las empresas financiaron la I+D en un 58% con medios propios y en 2007 sólo en un 56,9% (aunque la nota de prensa del MITYC parece indicar lo contrario). Este camino parece alejar este indicador del objetivo mágico del 2 a 1: la financiación de la I+D sería idealmente de 2 partes de privada por cada 1 parte de pública. Además se comprueba que el efecto tractor del las ayudas públicas no es tan grande como se esperaba.
  • El aumento del empleo en el sector, generalmente con alta cualificación técnica, produce una demanda importante que no se vé correspondida con la disponibilidad de personal con la titulación técnica apropiada. Es conocida la preocupación en el sector por ésta situación, que como efecto perverso produce una alta rotación del personal y por lo mismo ineficiencias, sobre todo en el sector Consultoría.

El informe sólo lo tenemos los que fuimos al acto, pues no está disponible por internet, así que, chicos, ya sabéis, la próxima vez, ¡acudid!.

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Empresa Innovación

Cómo construir un Silicon Valley en Europa

El Pais del domingo, sección economía, publica este interesante artículo «Cómo construir un Silicon Valley en Europa«, firmado por Esko Aho (presidente de SITRA)y varios miembros más del Consejo de Innovación Ciencia/Empresa.

El artículo critica abiertamente «la política de reyes magos vigente, que otorga ayudas a la innovación y la I+D de forma muy dispersa, para regiones grandes y pequeñas, brillantes y hermosas. La UE cuenta con 20.000 clústeres, y aplica hasta 70 políticas de clústeres nacionales diferentes, entre 27 estados miembros, además de cientos de programas regionales, todos ellos trabajando para intereses cruzados«.

Transcribo aquí las propuestas que hace para corregir esta situación:

  1. Construir sobre los puntos fuertes ya existentes. Los clústeres no se pueden sembrar sobre terreno baldío, allí donde a un político le parezca oportuno. Solo se puede cultivar en los lugares que ya están creciendo y podrían florecer.
  2. Concentrar los recursos en hacer unas cuantas cosas realmente bien. No dispersar el dinero. Escoger sólo algunas de las regiones y sectores más prometedores a la hora de prestarles apoyo.
  3. Ser abiertos. Alentar a las personas con talento, se hallen en la región del mundo en que se hallen, a que trabajen en los clústeres de Europa. Promover la abierta competencia entre universidades, empresas y regiones en la consecución de la financiación. Promover que las personas, las ideas, las disciplinas científicas y los sectores industriales crucen las fronteras.
  4. Realizar estudios comparativos, supervisar y ser transparentes. Basar la financiación y la política regulatoria no en el choque de intereses políticos, sino en el análisis empírico de lo que funciona y lo que no. Acabar con todo apoyo que no impulse a un clúster a un nivel de competitividad que le sitúe entre los mejores del mundo.

Éstos son los principios generales, pero también tenemos una idea práctica a la que denominamos SIZE: Special Innovation Zones in Europe (Zonas de Innovación Especial en Europa).

El resto del artículo abunda en los argumentos que refuerzan la teoría de que es necesario concentrar el apoyo en unas pocas zonas para poder competir eficazmente en I+D con USA o China.

Aunque es bastante fácil estar de acuerdo con éstos argumentos, clásicos ya del posicionamiento de los países nórdicos y especialmente Finlandia, por otra parte se puede argumentar en contra que este tipo de políticas favorecerán claramente los países y regiones más adelantado, ahondando la brecha entre éstos y los otros que, como el nuestro, vamos en el pelotón de cola en los asuntos de I+D.

En todo caso coincido plenamente en afirmar que es un error querer crear de forma artificial zonas o polos tecnológicas donde no hay nada de nada, sólo por intereses meramente políticos o de compensación, confundiendo el verdadero fin de las ayudas y programas, que es de crear ventajas competitivas a escala global, en dádivas o limosnas para regiones desfavorecidas o simplemente afines.

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Innovación Sociedad de la Información Tecnologías de la Información

El lugar de las TIC y la Innovación en la nueva organización ministerial

Hoy publica el BOE las estructuras orgánicas detalladas de los ministerios de Industria, Turismo y Comercio y de Ciencia e Innovación. Después de lo que el mismo Miguel Sebastián calificó el lunes pasado de «un decreto lógicamente difícil», para decir a renglón seguido que «Siempre hemos defendido que el Ministerio de Innovación tiene que asumir toda la política de I+D+i«, hoy por fin se han aclarado bastante el significado de esas palabras.

En resumidas cuentas, Garmendia se lleva competencias y programas de innovación de Industria, pero no las correspondientes a la Dirección General para el desarrollo de la Sociedad de la Información, que siguen correspondiendo a Industria.

Entre ellas, y específicamente, permanecen en Industria «las acciones estratégicas de innovación tecnológica en el ámbito las tecnologías de la información, las comunicaciones y de la Sociedad de la Información.». Se refiere, concretamente, a la Acción Estratégica de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información (AETELSI) incluida en el vigente Plan Nacional de I+D+I, y en la cual van contenidos prácticamente todos los programas de ayudas, tanto dirigidos a empresas como ciudadanos y Administraciones Públicas, del Plan Avanza.

Anteriormente dependientes de la Secretaría General de Industria, Ciencia e Innovación se lleva los programas de fomento de la innovación industrial y en servicios, las competencias para la emisión de los informes motivados vinculantes (necesarios para las desgravaciones fiscales por I+D+I), gestionados anteriormente por la Subdirección General de Fomento de la Innovación Industrial y los programas de innovación para PYME. Aún así, no se va todo lo que tiene que ver con innovación. Por ejemplo, las Agrupaciones Empresariales Innovadoras parece que se quedan en MITYC.

También van para el MICINN algunos importante organismos, otrora dependientes de Industria, como el CDTI. Red.es se queda en Industria, aunque parece ser que Rediris se vuelve a desgajar de la entidad pública empresarial para acudir a su función primigenia, con una red de nueva generación «Rediris Nova«.

En mi opinión, la labor de concentración de los programas y ayudas a la I+D en un solo Ministerio, labor ya comenzada cuando se diseño el vigente PN I+D+I, tiene ventajas, sobre todo instrumentales y también clarificadoras para los agentes que intervienen, y se hace eco de algunas de las demandas de la OCDE. Al fin y al cabo se trata de una población de agentes limitada y especializada. Incluso se puede conseguir algún ahorro al ordenar las diversas ayudas. Pero el alcance no es el que debería pues no incluye las políticas y organismos dependientes de las Comunidades Autónomas con competencias en I+D.

Sin embargo las ventajas de la concentrar la gestión de la innovación ya no las veo tan claras. El lugar correcto para aplicar la innovación es en el propio proceso productivo, y yo, sinceramente, no lo habría sacado de Industria o del resto de Ministerios donde se debe seguir aplicando la innovación.

Afortunadamente, las TIC, pieza clave en los procesos de innovación en la industria y en todos los aspectos de la sociedad, mantienen su propio lugar, apoyadas en la marca reconocida Plan Avanza.

En realidad, yo hubiese creado un «Ministerio de la I+D«, muy muy parecido al MICINN actual, pero dejando que la innovación se la repartiesen, cual si de perfume se tratase, todo el resto de los Ministerios.