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Porqué bajar el sueldo de los funcionarios saldrá caro

Cuando las barbas de tu vecino veas pelar…. RT @andresnin: Joder, Rumanía reduce el sueldo a los funcionarios un 25% #aapp11:37 PM May 6th via Chromed Bird
Eso twiteabamos Andrés y yo hace poco… se veía venir. Aunque no esperaba, la verdad, que fuese como ha sido. En su comparecencia en el Congreso ayer 12 de mayo, el Presidente Zapatero expone sus medidas para acelerar la reducción del déficit. Primera medida:
  • Reducir las retribuciones de personal del sector público en un 5% de media en 2010 y congelarlas en 2011.
  • La rebaja será proporcional a los ingresos. Es decir, afectará más a los salarios más altos.
  • Se baja el sueldo un 15% a los miembros del Gobierno.
  • La medida será efectiva desde Junio

En este momento han aparecido ya algunas reacciones. La Asociación Profesional de los Técnico de Administradores Civiles  del estado (APCSAE) ha publicado un comunicado en su web, y se hace eco del mismo Andrés Nin en su Blog. También, la noticia publicada en el mundo, «Zapatero rebaja el sueldo a los funcionarios por primera vez en la Historia» tenía, a las cero horas de hoy, nada menos que 5.406 comentarios. No voy a repetir aquí ni a comentar los argumentos; éste no es el sitio. Sin embargo, sí voy a exponer una teoría que sostengo, en virtud de la cual ésta rebaja, de la forma en que se ha planteado, y de la forma en que previsiblemente se aplicará, saldrá a la larga cara para España.

Porque la implantación de ésta medida, la forma y el momento, para mí, no está ni mucho menos clara. Para empezar, no entiendo cómo es posible que en el mes de junio, de forma completamente improvisada y unilateral se nos baje el sueldo un 5% «de media». No lo entiendo porque yo pensaba que esos sueldos se negociaban con carácter anual, se aprobaban en los Presupuestos Generales del Estado que tienen rango de ley, y que en todo caso, si fuese necesario cambiar habrían de hacerse por los cauces reglamentarios, y supuestamente ya para 2011. ¿Es posible acometer esa reducción ya en la nómina del mes de Junio?. ¿Si no lo es, se aplicará con carácter retroactivo?. ¿Qué pasos legales se han de dar?.  ¿Se va a aprobar una ley para ello?. ¿En qué plazos?.

Pero la duda más importante que me surge es el grado de aplicación real de la medida. ¿Se va a aplicar a todos por igual?. Por lo que sé, las competencias del Gobierno de España no alcanzan a fijar las remuneraciones de las Comunidades Autónomas y de los Ayuntamientos. Actualmente, de cada cuatro empleados públicos en España, sólo uno es de la AGE. Lo que me temo es que la reducción de sueldos se aplicará en toda su amplitud en la Administración Central, pero no se aplicará o se aplicará de forma desigual en las Comunidades Autónomas y Ayuntamientos, donde, además los sueldos de los funcionarios ya vienen siendo, para los mismos puestos y niveles de competencia, mucho más altos que los de la Administración Central.

Así por ejemplo, si comparamos los niveles de complemento específico de las convocatorias recientes de provisión de plazas del Ayuntamiento de Madrid, vemos que los niveles 26 disponen de complementos del orden de 27.890 euros anuales, los niveles 28 de 29.137 euros anuales, y los niveles 29 de 35.747,60 euros al año.  Por contraste, en una reciente convocatoria de la OEPM, donde trabajo, los niveles 26 reciben un complemento de 11.103 euros al año, y los niveles 28 de 14.341 euros. Como vemos, es menos de la mitad.

En resúmen, y ójala me equivoque, el efecto final de ésta medida será aumentar el desequilibrio actual entre el estado central y las autonomías y ayuntamientos, en definitiva, acentuando la tendencia a la descentralización que ha venido siendo imparable desde el inicio de la democracia y que se ha acelearado durante los últimos gobiernos.

Porque, no nos engañemos, la descentralización del estado podrá tener muchas virtudes, pero es cara. Es cara por muchos motivos: porque no permite aplicar adecuadamente las economías de escala, pues se repiten una y otra vez los mismos trabajos para las mismas soluciones, multiplicando en muchos casos por diecinueve el coste de diseñar e implantar una soluciòn determinada. Es cara porque, además, ni siquiera se implanta la misma solución, sino que son soluciones distintas y a priori incompatibles, con lo que además hay que contar el coste de la «interoperabilidad», esa palabra que últimamente se oye tanto, pero que no quiere decir sino que, cuando se diseñan soluciones distintas, luego hay que hacer que se entiendan entre ellas. Y es cara porque disminuye la transparencia y el control de las inversiones y los gastos.

Los editoriales de los periódicos de hoy hacen todos hincapié en la necesidad de las medidas y su conveniencia. Pero yo creo que actualmente, tanto los políticos como los grandes medios de comunicación sólo ven los titulares, simplifican tanto que cambian la naturaleza de la información. Y por ello, para mí, han perdido mucha credibilidad. Una de las razones de ésta crisis es que nos movemos a golpe de titular, sin analizar en profundidad, sin valorar de verdad el alcance de las cosas.

Por ello creo que merece la pena expresar otra opinión, libremente, para que sea leída y valorada y que luego cada uno saque sus conclusiones. A mi, la impresión que me queda es que ésta medida, (quizás como el resto de las medidas, aunque no las he estudiado en profundidad) es una medida improvisada y confusa. Que las consecuencias a medio plazo serán que unos (la AGE) se ajustarán el cinturón más que otros (las CCAA y Ayuntamientos). Que acentuará la descentralización del estado y que dispersará esfuerzos y aumentará el desorden, todo lo cual tarde o temprano se paga.

No me parece mal que los funcionarios nos apretemos el cinturón si es necesario (como debe hacer toda la sociedad), pero creo que debemos ser todos y no sólo unos pocos.

También creo que las auténticas medidas, las necesarias, precisan una reforma profunda de la Administración y quizás del modelo de estado, y no se improvisan en el tiempo que pasa entre una llamada de teléfono de Obama y la comparecencia en el Congreso al día siguiente.

Las auténticas medidas eficaces, las que nos deben permitir salir de la crisis, son medidas transformadoras y renovadoras, como las que hemos propuesto ya hace tiempo en éste blog, (Medidas horizontales para funcionarios) que permiten aplicar economías de escala y al mismo tiempo disponer infraestructuras y servicios estables, no sujetos a los avatares y conveniencias políticas.

Se me ocurren muchas otras posibles medidas eficaces, pero para aplicarlas hace falta valentía y visión.

Y, hoy por hoy, no veo en nuestra clase política ninguna de las dos cosas.