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Funcionario web 2.0

Idea 1: Escribir con nombre real

Como decíamos en la introducción, algunos blogs publican con nombre y apellidos, y otros se ponen una «careta» para publicar. En este segundo tipo podemos encontrar algunas variantes, como por ejemplo las personalidades genéricas («administrador») con las que publican algunos blogs corporativos.

En general cada modo de impersonación tiene sus ventajas e inconvenientes. La utilización de seudónimos se suele utilizar para decir lo que se piensa con mayor libertad, sin miedo a posibles represalias.

Sé bien lo que digo, porque yo mismo usé ese modo de publicación durante más de un año, en mi etapa inicial de VozyVoto en blogger.

Está claro que en una etapa inicial, la inseguridad y el miedo pueden impulsar a usar ésta posibilidad que ofrece la red. Diría más, se tiene la tendencia, y muy especialmente en las Administraciones, a la despersonalización: a que el trámite, el acto administrativo, el servicio, no sea prestado por la persona concreta, con nombres y apellidos, sino por el órgano o unidad encargado de ello.

Pero yo francamente recomiendo a los blogger funcionarios que escriban a cara descubierta, con nombre real.

¿Por qué?

Bueno en primer término porque pienso que un Blog es una «potente arma de construcción masiva», como decía Antonio Arias en un comentario. Y, como tal, es más eficaz cuando se dice a cara descubierta, porque compromete.

Y también porque ofrece más credibilidad. Aquello que ha dicho «alguien desconocido» por muy bien informado que pueda parecer, siempre sería sospechoso… ya que no se le pueden exigir responsabilidades.

Además, sabiendo ya uno la fuerza de lo que dice, cuida mucho más sus palabras. Lo piensa y lo repiensa, con lo cual hay una «depuración» que hace que el resultado, una vez destilado sea mejor.

No lo será el primer día, por supuesto, pero poco a poco se va mejorando hasta que, de forma rutinaria, el trabajo sale consistentemente más sólido y creíble.

Por Felix Serrano

Podéis ver mi perfil en LinkedIn:

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12 respuestas a «Idea 1: Escribir con nombre real»

Estoy de acuerdo en que el utilizar el nombre real «destila» pero, si hablamos de un blog personal, de un funcionario sí, pero personal al fin y al cabo, ¿no seria mejor que las cosas no estuvieran destiladas?
Distinto es cuando se trata de blogs corporativos. En mi opinión en este caso sí que, aunque el blog tenga el nombre del servicio, órgano, área… sí que el publicar dentro con nombres reales incrementa la credibilidad.
Enhorabuena por el post. Espero impaciente los siguientes de la serie.

Pues creo, David, que es la elección de cada uno.

En un blog corporativo, lógicamente tiene que haber una moderación, pues las opiniones del blog no pueden ser contrarias a la posición «oficial» de la organización a la que pertenece.

Pero en un blog personal no tiene porqué ofrecerse la misma opinión en ciertos temas que la organización para la que uno trabaja.

Por lo tanto veo posible que un blog personal tenga sentido sin necesidad de que la identidad del autor esté oculta.

Personalmente, tengo la percepción de que los blog con identidades ocultas o ficticias son mas perecederos, o llámalo quizás transitorios, en el caso de los funcionarios, que los blog con identidades reales.

Pero vamos, vuelvo a decir que es una elección, aunque como siempre sopesando ventajas e inconvenientes.

No creo que la duración de una bitacora dependa o no del anonimato de su autor. Si estoy de acuerdo en que es una elección personal. En cuanto a la credibilidad o no del anónimo, discrepo. No necesariamente la identificación da credibilidad, ni el anonimato lo quita, ya que para empezar uno tiene pocas evidencias que quien cree leer sea realmente a quien lee. Lo que uno lee sólo le ayuda a formarse criterio, lo que uno escribe sólo sirve para hacer reflexionar a los demás.

Información Bitacoras.com…

Valora en Bitacoras.com: Como decíamos en la introducción, algunos blogs publican con nombre y apellidos, y otros se ponen una “careta” para publicar. En este segundo tipo podemos encontrar algunas variantes, como por ejemplo las personalidades genér…..

Cuando creé mi blog no me planteé utilizar un seudónimo. Sin embargo, a lo largo de estos años he comprobado que resulta arriesgado escribir «a cara descubierta». Los blogs que conforman la blogosfera son todos de gran calidad, al menos los que yo conozco, independientemente de que su autor o autores escriban o no con seudónimo.

No era mi intención criticar ni orientar cómo debe enfocar el blog cada uno (lo cual al fin y a la postre es su decision), sino explicar, quizás, los motivos por los que yo tomé ésta decisión.

Porque, tarde o temprano, en un cierto círculo se acaba sabiendo quien es quien. De modo que ese riesgo, que muy bien menciona Rosa, acaba siendo real en todo caso. Y a cambio, a mí me gusta saber con quién hablo.

Como he dicho algunas veces, creo que ese es un error de la Administración la tendencia a la despersonalización, pues ello lleva a un distanciamiento del ciudadano/cliente.

Fijaos por ejemplo que ahora los servicios de atención al cliente de las empresas siempre dicen el nombre de la persona con la que hablas (que luego resuelva tu problema ya es otro cantar).

Me ha sorprendido un poco el comentario de Andrés «uno tiene pocas evidencias que quien cree leer sea realmente a quien lee». Quizás en política o en los medios tradicionales eso sea así, pero en nuestro entorno, doy por sentado que cuando un autor de un blog personal firma algo, ha salido de su puño y letra. Pero de todos modos me hace reflexionar…

En todo caso discrepo en es distanciamiento que hace al final. En mi caso al menos, digo las cosas con convicción, no simplemente por decir y mañana no me acuerdo. Por supuesto soy susceptible de ser convencido de lo contrario, a través del debate. Pero, cuando abordo cuestiones concretas, sean tecnológicas o no, tened por sentado que intentaré aplicarlas, hasta donde pueda, en mi entorno, en mi trabajo diario.

Lo contrario sería hipócrita.

Es un elección del editor. Indudablemente si usas tu nombre tienes que pensar lo que estás escribiendo porque queda ahí y siempre se puede utilizar en contra tuya. Pero eso no significa que haya que descafeinar el discurso, simplemente pensarlo bien.
Respecto a los blogs corporativos no entiendo bien la manía de despersonalizar las instituciones públicas : al fin y al cabo son personas que escriben haciend oun trabajo, no en nombre propio

Hola a todos,

sobre este asunto puedos contaros nuestra experiencia. Cuando decidimos salir con http://blogcmt.com/ los post no iban firmados. Un año después, tras un pequeño rediseño del blog, introducimos la firma del autor.

La razón por la que decidimos salir con una ‘firma institucional’ era porque creíamos que firmara quien firmara, el lector siempre iba a ver en el texto la posición oficial o institucional de la marca del blog, es decir «la CMT en su blog dice que…». En este sentido, entendimos que lo importante no era tanto quién lo contaba, sino que las cosas que contáramos fueran rigurosas, inteligibles y nos sirvieran para conversar con la comunidad (de manera muy directa, rápida y no sólo hablando de nosotros: de ahí la constante actualización del blog y el compromiso de respuesta rápida con los que se toman su tiempo en opinar en los comments o contestar en twitter).

Pese a que salimos con una firma institucional, siempre quedó claro quién era el equipo que se encargaba del blog en el «Acerca de».

Con el paso del tiempo, firmamos los post. No hemos notado el cambio. De hecho, mucha gente ni se da cuenta, y el núemro de clics a los autores es bajísimo. La razón que nos empujó a ello fue dar un reconocimiento a aquellos que escriben (es un blog coral). Si esto ha servido para que los lectores sientan más cercanía, lo agradecemos también.

No tengo una postura muy clara sobre si es mejor o peor firmar. Aunque a mí me gusta ver quien firma las informaciones o los post, tengo dudas sobre si es un aspecto que tu público valora. Por el contrario no tengo ninguna duda en que si el contenido no vale la pena no importa si este va o no firmado. Si no hay firma sí creo que hay que dejar claro quién o quiénes están detrás y proporcionar unas vías claras de acceso a sus autores.

Muy, pero que muy interesante, Andreu (*). Gracias por la aclaración.

Mira, yo no os conozco probablemente en persona a ninguno de vosotros, en cambio me parecen más cercanas y por lo tanto más reales las opiniones cuando van firmadas por alguien concreto.

Lo mismo es sólo una percepción.

Esto valdría también para los autores con seudónimo. Sobre todo si mantienen una línea literaria o temática consistente.

(*) ¿Ves? Queda más natural llamarte Andreu que llamarte Blogcmt, parecería que hablas con un robot. Aunque… ¡lo mismo lo eres! 😉

La intervención de las AAPP en los medios sociales creo debe realizarse de forma personalizada. Del mismo modo que la atención en la ventanilla es personalizada y al funcionario le puedes pedir que se identifique. Además, creo que los medios sociales son medios de comunicación entre personas, uno se siente menos animado a interactuar con robots como dice Felix.

Cuando uno escribe en una bitacora institucional de una unidad administrativa lo hace como funcionario adscrito a esa unidad. Es una consecuencia de estar en ella. Lo mismo pasa si uno interviene en horas de servicio en una red social (aunque entiendo que esto es más discutible), ya que incluso si esa intervención no es identificada es identificable. Tal y como indicaba en la entrada de mi bitacora «El uso de los medios sociales por empleados de las AAPP» (http://tinyurl.com/yf6e4hz), lo que hay que hacer es definir los cauces de esta intervención humana.

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