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Administración 2.0

Circula por la red un gracioso pero muy certero chiste o cuento llamado Actualizar de NOVIA 7.0 a ESPOSA 1.0. Los que hemos trabajado en las unidades de informática nos sentimos identificados por la problemática común del cambio de versión y los quebraderos de cabeza que acarrea.

En el post Administración 1.0 veíamos el largo y curvo camino recorrido hacia la eAdministración y en Administración 1.5 vemos cómo nos encontramos ahora en una encrucijada: ¿vamos a acabar de poner en marcha la versión 1.0, que nunca funcionó del todo bien, o esperamos a la nueva versión 2.0, de la que hablan maravillas, aunque de momento todo lo que hay son betas?

La moda «dospuntocero» se origina hace muy muy poco: fué en 2004 cuando se organiza por primera vez la Web 2.0 conference. Para obtener luz sobre su esencia, acudimos a su definición en el libro Web 2.0 de la fundación Orange:

«Es en ese escenario, en el que interactúan lo social (cómo y dónde nos comunicamos y relacionamos) y lo tecnológico (nuevas herramientas, sistemas, plataforas, aplicaciones y servicios) provocando cambios de lo uno sobre lo otro. Surge una nueva Red caracterizada como la web de las personas frente a la web de los datos, correspondiente a la versión uno, la Web 1.0.»

Y entonces, ¿qué es la Administración 2.0?. Bueno quizás en Tecnimap lo sepan, pues han adoptado ese lema para la edición de 2007. Desde luego lo que para mí no es sólamente la eAdministración en el sentido tradicional del término, o sea, las TIC aplicadas a la gestión de los procedimientos y a la relación con los ciudadanos.

Muchos antes que yo, incluso en este mismo Blog, han entrado a este trapo. Administracion 2.0 de Chica Gato, Más sobre Administración 2.0, de Alorza, Administración 2.0, (éste me gusta especialmente) de Carlos Guadián, … todos pesos pesados. Pero bueno, para eso estamos, para modelar entre todos esta, todavía informe, escultura.

En los programas de ayudas para la incorporación de las TIC en las empresas se un especial hincapié en huir del modelo de tecnificación clásico, basado en el PC y la aplicación de gestión (ahora lo llaman ERP). Se va un paso más allá impulsando la transformación del modelo de negocio, de los procedimientos internos, de la cadena de suministro, de las estrategias de marketing, de la competencia en un mercado global. Así pues confiamos que la utilización de la tecnología en las Administraciones lleve, tarde o temprano, de forma inevitable e inexorable a una transformación de las mismas.

Una cierta visión mecanicista estaría representada fundamentalmente por la definición de la Administración 2.0 como la promoción de uso de las herramientas 2.0. Es decir, si utilizamos wikis y blogs, si hacemos un poco de personalización por aquí, un poco de twitter por allá, ponemos unos videos en youtube… pues ya como que casi hemos hecho la Administración 2.0.

¿De verdad es tan fácil? ¿Entonces porqué iniciativas como los foros del 060 no funcionan y otras parecidas como «Las 1001 ideas«funcionan?. Alorza explica con lucidez, y sin pelos en la lengua, en su post El éxito de las 1001 ideas de ProPolis algunas de las posibles causas. Aunque no implica que yo esté necesariamente de acuerdo con todas ellas, lo que si es cierto es que la tecnología, sola, la herramienta pura no es suficiente

Adopción de la InnovaciónRecientemente he escrito varios artículos donde doy la clave de lo que debería y lo que no debería ser la Administración 2.0. En Burrocrracia manifestaba mi rechazo a la simple mecanización del procedimiento, sin acometer un rediseño del mismo para tomar ventaja de la tecnología. En Por una Administración de la Innovación me atrevía a sugerir, basandome en un informe de IPTS, un enfoque más innovador, en el que va a cambiar el papel social de la Administración Pública, apoyandose por supuesto en la tecnología, pero centrandose más en la creación de valor para la sociedad que en la eficiencia de los servicios como destino final de la eAdministración.

Podríamos poner algunos ejemplos para clarificarlo. Sabemos que la reciente Ley de Contratos del Sector Público, establece dos cosas, una es la obligatoriedad, en un cierto plazo, de facturar electrónicamente a las AAPP, y la otra la creación a corto plazo de estandares para la remisión de esas facturas. Es conocido el caso de Contratación electrónica pública en Dinamarca, pionera en este tipo de medidas, que ha tenido un gran éxito. Así pues, la Administración ejerce de líder tecnológico, ayudando a las empresas y traccionando a la sociedad, en ámbitos en los que el sector privado, sólo, no es capaz de avanzar lo suficiente, ni con la suficiente velocidad.

En el ámbito de los ciudadanos, tenemos otro ejemplo muy claro en el impulso a las actuaciones de identidad electrónica y firma digital, especialmente el dedicado al e-DNI. Obviamente, estamos en el comienzo, y un simple cálculo nos arroja décadas hasta que estas herramientas sean aceptadas y usadas comunmente por los ciudadanos, pero las ventajas son inmensas.

Bueno, para concluir, haré una pequeña parodia del estilo del cuento que citaba al principio de este post, como una carta que un usuario que acaba de cambiar de versión envía al servicio técnico.

Estimados Sres. del Servicio Técnico:

El mes pasado cambié de la versión de ADMINISTRACION 1.0 a la nueva versión ADMINISTRACION 2.0 y he observado que el programa inició varios procesos inesperados que ocupan mucho espacio y recursos importantes. En el folleto explicativo del programa no venía mención alguna a este fenómeno. Además, nueva la versión 2.0 se autoinstala en todos los demás programas y se ejecuta durante el inicio de cualquier otra aplicación, interrumpiendo todas las actividades del sistema.

Aplicaciones que antes funcionaban como ALEGACIONES Y RECURSOS 6.0 , DIAS HABILES 3.6, AJUSTES PRESUPUESTARIOS 1.9, ORGANIGRAMAS 3.0, ya no funcionan, y, lo que es peor: el sistema se cuelga cada vez que intento cargarlos.

De vez en cuando, aparecen avisos de personas a las que no he invitado que intentan hablar conmigo, a través de un programa residente que no he conseguido bloquear.

Aparentemente, no puedo lograr mantener a ADMINISTRACION 2.0 en minimizado al ejecutar alguna de mis aplicaciones favoritas. Estoy pensando en volver al programa anterior ADMINISTRACION 1.0 pero no me funciona el Desinstalar.

¿Me podría ayudar?
Gracias.
UN USUARIO AGOBIADO.

Estimado USUARIO:
Este es un motivo de queja muy común entre los usuarios de ADMINISTRACION 1.0 , pero se debe en la mayoría de los casos a un error básico de concepto: Mucha gente aumenta la versión de ADMINISTRACION 1.0 a la 2.0 con la idea de que ADMINISTRACION 2.0 es sólo una actualización con nuevo interfaz gráfico y algunas utilidades adicionales.

Sin embargo, ADMINISTRACION 2.0 (al contrario de ADMINISTRACION 1.0) es un SISTEMA OPERATIVO completo. Y su creador lo diseñó para controlar todo el sistema.

Es muy poco probable que pueda configurar de nuevo a ADMINISTRACION 2.0 y volver a la versión anterior. Hay una funcionalidad de emulación incorporada en ADMINISTRACION 2.0 para hacer las funciones de la versión 1.0, por compatibilidad, así que no parece necesario.

Es imposible desinstalar, eliminar o configurar los archivos del programa una vez instalados. No puede volver a ADMINISTRACION 1.0 porque la versión 2.0 no está programado para eso. Hay quienes han intentado el FORMATEO TOTAL DEL SISTEMA para luego instalar los programas ADMINISTRACION 1.0, pero sinceramente, le recomiendo vea el Manual, apartado «Precauciones», en el capítulo «Volver a hacer todos los trámites a mano» y se convencerá de que no es una buena opción.

ADMINISTRACION 2.0 es un programa muy interesante, pero con un alto costo de mantenimiento. Considere la posibilidad de instalar algún software de cooperación social para repartir el trabajo y lograr decisiones consensuadas.

Un saludo.
Servicio de Atención al Usuario

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Gobernanza Sociedad de la Información

Por una Administración de la Innovación

IPTS publica un informe sobre el futuro del eGobierno (referido en el Blog de Rafa Chamorro ) donde afirma que el objetivo del eGobierno es la creación de valor público, supeditando al mismo la eficiencia y la efectividad, y pone en duda la validez de algunos de los paradigmas sostenidos hasta el momento en el ámbito de la Administración Electrónica, como pudiera ser considerar la modernización de los servicios públicos como un fin en si mismo.

En este análisis se centra además en tecnologías prometedoras: aquellas que son facilitadoras e implusoras del cambio, necesario para acompasar los futuros cambios sociales. Estas tecnologías pueden habilitar cambios organizativos, facilitar la participación de nuevos agentes, conducir a nuevos acuerdos institucionales, cambiar la cadena de valor y las relaciones entre los actores, y dar nuevas soluciones a nuevos problemas a los que se enfrentan las Administraciones Públicas.

El papel de las Administraciones respecto a la sociedad se analiza en base a una serie de valores que evolucionan en el tiempo, apoyandose unos sobre otros:

  • Siglo 18: Valores Liberales: Legislación, defensa, seguridad, derechos individuales…
  • Siglo 19: Valores Democráticos: Ciudadanía, votos, representantes, sociedad plural…
  • Siglo 20: Valores Sociales: Apoyo socio-económico, servicios, inclusión, medio ambiente, calidad de vida…
  • Siglo 21: Valores de Apoderamiento (empowerment): individuos y comunidades toman el protagonismo, reciprocidad, coherencia y transparencia del gobierno, ética, apoyo del sector privado, servicios personalizados…

Así pues, no podemos entender el papel de las Administraciones, y por ello de la eAdministración sino es en un contexto de constante cambio y adaptación a los cambios y demandas sociales. Tampoco podemos ver sólo la utilización de la tecnología como «esa capa de barniz que aporta brillo» a las actuaciones de las Administraciones, ni tampoco como el elixir mágico que va a resolver todas nuestras necesidades.

Por abreviar, lo resumiré en una frase: «La Administración del futuro, o será electrónica, o no será». No es para mí una cuestion a debate, sino en este momento el cómo y el cuando, y lo que es más importante, el porqué.

Porque ya hay que hablar de algo mas que de servicio público, de modernidad o de tecnología. Hay que hablar de cambios sociales, de diseñar nuevas políticas públicas, habilitadas por la tecnología, aportando personalización, recuperación del protagonismo por los ciudadanos, escuchando con detalle lo que tienen que decir y lo que pueden aportar, en definitiva, adaptándose al continuo cambio social.

A finales del siglo pasado se acuñó el término Sociedad de la Información, como sucesora de la sociedad industrial, al haber tomado protagonismo las TIC en la forma en que funciona el mundo. La información es pues la materia prima de esta nueva revolución. Pero contra ese paradigma surgen otros posibles, como el reflejado por Jose Luis Larrea Jiménez de Vicuña en su libro El desafío de la innovación: de la sociedad de la información en adelante, que yo planteo como modelo de referencia para definir los objetivos públicos.

Para ello la Administración ha de ser una Administración de la Innovación, ha de estar preparada para el cambio contínuo, lo cual requiere menos inercia, menos oscuridad, menos leyes y más simples, más atención a los resultados finales antes que a los procedimientos, impulsar y premiar la colaboracion y las iniciativas, dar la voz a los cuidadanos y escucharla, en definitiva, la Administración 2.0 no será la Administración Electrónica sino la Administración de la Innovación.