Me he topado en el Blog “Creamos el futuro” con un interesante post sobre la Resolución de conflictos en la empresa: Práctica de la inteligencia emocional. El post es muy bueno: resume en una sola página los aspectos esenciales a tener en cuenta para, a través de la aplicación de las técnicas de la Inteligencia Emocional, conseguir resolver los conflictos laborales de forma lo más positiva posible para todos, incluida la propia organización.
Creo que lo dicho en el post es aplicable con carácter general también al entorno laboral de las Administraciones Públicas, y en particular al entorno de los Ministerios, que conozco mejor. (Debo decir aquí que recientemente he realizado un curso justamente de Resolución de Conflictos usando la Inteligencia Emocional, y que es por lo que pienso que las técnicas son perfectamente aplicables a cualquier entorno laboral de las Administraciones).
Sin embargo también creo que las AAPP tienen algunas peculiaridades que conviene conocer y analizar porque inciden directamente en estas situaciones y por ende en la productividad de sus empleados y de toda la organización, la cual es a menudo criticada tópicamente por su desidia, ineficacia y lentitud.
En primer lugar querría hablar de un concepto muy manejado actualmente en la empresa, denominado “Responsabilidad Social Corporativa”. Se podría pensar que los funcionarios, por su propia naturaleza, tienen presente esa responsabilidad social en primer término. Sin embargo, yo clasificaría la actitud de los funcionarios, ciñéndome por supuesto al entorno que conozco, en tres grupos:
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Aquellos que realmente enfocan su trabajo con visión de servicio público, que creo son mayoría. Por poner cifras, digamos que son entre el 60% y el 80%.
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Aquellos que anteponen su carrera profesional o sus objetivos personales (o corporativos) a sus funciones de servicio público. 10% a 20%.
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Aquellos que les da todo igual, no tienen objetivos personales ni profesionales. Por ejemplo, se dan con alguna frecuencia casos de “quemados”: son los que una vez tuvieron ilusiones y objetivos, pero los han perdido y deciden pasar, más o menos, de todo. Estos pueden suponer entre el 10% y el 20%.
Es cierto que resolver un conflicto entre dos o más personas que pertenecen al primer grupo es relativamente fácil, pues a la postre se pueden encontrar puntos de acuerdo en virtud de unos objetivos comunes, aunque se tengan diferentes puntos de vista.
Con respecto al tercer grupo, la batalla es muy difícil. En determinadas circunstancias, a través de personas especialmente capaces, y por supuesto apoyándose en las técnicas de la Inteligencia Emocional, es posible recuperarlos. Pero lo más frecuente es que resulten apartados de la actividad, y circulen como espectros por los pasillos.
Sin embargo el caso que más me preocupa es el segundo. El primer motivo es que este grupo ocupa usualmente posiciones de mando o de control, lo cual hace que su peso en la toma de decisiones y en el funcionamiento en general de las AAPP sea mucho mayor que lo que su número representa. El segundo motivo es que es muy difícil negociar con ellos porque están “cargados de razones”, tienen “amplia experiencia”, o bien pertenecen a uno de esos círculos de poder corporativistas, que se autoalimentan a sí mismos, creándose su propia necesidad y autosatisfaciéndola.
Contribuye a este anquilosamiento un hecho que viene produciéndose de un tiempo a esta parte en la Administración General del Estado: la dinámica de los últimos veinte años, con el traspaso de competencias a las Comunidades Autónomas, que sin embargo no ha venido acompañado del traspaso de los correspondientes recursos humanos, ha producido un ahogamiento y fosilización de la AGE y de las posibilidades de promoción, mejora, o simplemente traslado de unos puestos de trabajo a otros. Las políticas de personal son claramente defensivas, los sueldos congelados hace tiempo, los principios de “igualdad, competencia y capacidad” raramente respetados.
Este hecho ha producido, por ejemplo, que se haya descapitalizado grandemente el capital humano en TIC en la AGE. Muchos se han ido al Ayuntamiento de Madrid, otros a la Comunidad de Madrid, otros a la empresa privada… .Los que permanecemos acabamos resolviendo como mal menor las necesidades de “mano de obra TIC” mediante la contratación externa, todo ello en unas condiciones de contratación trabajosas, y advirtiendo de los peligros de esta política.
Quizás los esfuerzos normativos recientes, con leyes como el Estatuto Básico del Empleado Público, o la Ley de Agencias, puedan dar frutos a medio plazo, pero sólo si se toman medidas reales para su aplicación, que siempre han de pasar por los cambios organizativos pertinentes y necesarios.
Debo terminar diciendo que a pesar de todas las dificultades expresadas brindo desde aquí un homenaje a esa mayoría de funcionarios que, a través de su profesionalidad, su capacidad, su dedicación y su entrega consiguen que todo esto funcione bastante, bastante bien, comparado con quien queráis, sea local o extranjero, y a pesar de que a menudo no es suficientemente reconocida su labor.
6 respuestas a «Utilizar la Inteligencia Emocional para resolver los conflictos en las Administraciones Públicas: el factor humano»
Me ha gustado tu análisis sobre las actitudes de los funcionarios. Creo que es bastante real. Comparto, incluso, los porcentajes aproximados que propones.
Y lamento la situación de muchos funcionarios que quisieran poder realizar un trabajo más útil y más gratificante, pero que las circunstancias se lo ponen muy difícil.
Y, ya puestos, brindo contigo, si me lo permites, por «esa mayoría de funcionarios que, a través de su profesionalidad, su capacidad, su dedicación y su entrega consiguen que todo esto funcione».
Si hay algo que decir es «brillante», pero…..
blando. Yo soy más realista y aumentaria el porcentaje de los de segundo y tercer grupo. Pero a lo mejor es mi entorno.
Discrepo en que el 2 grupo ande por los pasillo: NO, normalmente ocupan puesto sde responsabilidad ya que no importa que cabeza hay que pisar y suelesn ser «éticamente reprobables» . El 3 grupo suele ocupar cargos directivos, pero !!no son quemados!! en la administración esto es una «forma de vida» y ruzuman su «modus vivendi».
Pongo un ejemplo, hace poco realice un curso de «inteligencia emocional» y en una sesión puse exactamente el ejemplo REAL de alguien del 3º grupo: fue curioso el profesor no supo como resolver excepto «sobrevivir» y el alumnado se dividió entre los partidarios de «elevar la situacion» (es decir intentar resolver) y «marcharse» (pasar).
Lo interesante es comparar esta la misma situacion con al empresa privada, en la que, en general, se podría «elevar el problema». En la administracion esta resolución no existe: (=0) es decir el de arriba no se moja (incluso le fastidia que vengas con ese problema) ya que o bien es cargo político y no viene por 4 o 2 años a resolver cosas de organización, o bien «nunca se sabe las vueltas que da la vida». Total primera via cerrada «this is de spanish administration»
La segunda no hay que explicarla: te vas. Pero hay que encontrar el hueco al electrón. A diferencia de la privada sigues con los métodos del primeros de siglo XX de necesitar un puesto en la RPT.
De todos es sabido que la Administracion Española lleva, a nivel organizativo, un retraso
perceptible y por ello la necesidad de un nuevo estatudo del empleado publico que se ha quedado a la espera del reglamento. Colorario: si hubira minoria del 2º y 3º grupo ya nos hubieramos modernizado cqd «para mantener el ecosistema es necesario anular lo nuevo».
Félix, es un post genial.
En el entorno en el que yo me muevo (Administracion local) el tercero de los grupos que describes es el que supone el 60% al 80% del personal. Después irían aquellos que anteponen su interés personal y, por último, los que tiene vocación de servicio público, que son los menos. Pero, por raro que parezca, gracias a éstos últimos y gracias a un poquito de esfuerzo de los otros sale el trabajo adelante.
A veces, es la propia organización con sus políticas de personal basadas en el enchufismo, la responsable de la desmotiviación de los funcionarios .
Buen post y buenos comentarios. Me ha gustado.
[…] Sobre la mesa, hemos arrojado con vehemencia argumentos contrapuestos: que si no hemos avanzado nada, que si hemos progresado mucho. Que si la tecnología por delante, que si la tecnología como medio. Que si hemos hecho, aparte de informáticos, tareas de marketing, de organización, de comercial e incluso de psicología. […]
5 años después , este articulo tiene la misma validez, aderezado además con la «politización» del servicio público, que todavía rebaja más posición de los funcionarios. Y trabajando en una tic de una administración local, creo que los porcentajes se mantienen.