La Comisión Europea ha anunciado hoy un proyecto piloto cuyo objetivo es garantizar el reconocimiento transfronterizo de los sistemas nacionales de identidad electrónica (eID) y facilitar el acceso a los servicios públicos en 13 Estados miembros. Los ciudadanos utilizan actualmente en la UE unos 30 millones de tarjetas nacionales de identidad electrónica para acceder a diversos servicios públicos, tales como las prestaciones por desempleo y de la seguridad social, así como para presentar sus declaraciones de impuestos. El proyecto de la Comisión permitirá que los ciudadanos de la UE demuestren su identidad y utilicen los sistemas nacionales de identidad electrónica (contraseñas, tarjetas de identidad, códigos PIN y otros) no solamente en su país, sino también en la UE. El plan consiste en armonizar y conectar estos sistemas, sin sustituir lo que ya existe. El proyecto durará tres años y será financiado con 10 millones de euros por la Comisión Europea y con una cifra idéntica por los socios participantes.
Este proyecto piloto, denominado STORK (Secure idenTity acrOss boRders linKed o identidad segura a través de las fronteras), es presentado en la nota de prensa que publica Rapid y fechada el 30 de mayo de 2008. Es una iniciativa importante y que tiene más impacto del que parece, más allá del evidente relativo a la movilidad de las personas. Por ejemplo, un obstáculo importante al desarrollo de la factura electrónica europea es precisamente la necesidad de que los certificados electrónicos con los que se firma una e-factura en origen sean reconocidos y validados en destino.
Este tema ya ha dado muchas vueltas en su momento, sin saberse por qué opción optar, si por una certificación europea supra-nacional, bien por un gran centro de intercambio de PKI europeas, bien por acuerdos bilaterales. Espero que esta vez lo tengan bien pensado y funcione.
La moraleja para nosotros es que ahora va a resultar que vamos a necesitar una iniciativa de ámbito europeo (en la que participa España) para enseñarnos cómo poner de acuerdo nuestros diversos sistemas de certificación nacionales, regionales y locales.
Cada vez me gustan más las iniciativas europeas, sobre todo en temas de Sociedad de la Información. Quizás es porque Europa se está construyendo como la suma de naciones, al contrario que muchas identidades nacionales o nacionalistas, que se están construyendo a base de desgajarse o desagruparse de nacionalidades ya existentes. Esa voluntad europea cooperadora (nada fácil, por otro lado) es la dirección en la que tenemos que ir.