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La filosofía del decrecimiento

Imagen del Blog "Estrategias 2.0"
Imagen por cortesía del Blog "Estrategias 2.0"

El Pais del sábado 21 de marzo publica un artículo de NICOLAS RIDOUX titulado «Por una vida más frugal«.  Si buscamos el término «decrecimiento» en Google se revela lo que parece un decidido movimiento filosófico y social para cambiar la forma en que vemos el mundo en que vivimos. Es cierto: estamos tan acostumbrados a pensar que sólo hay un camino, el del engorde, que cualquier otra opción nos parece un fracaso. Los ejemplos son innumerables: necesitamos pisos más grandes, para lo cual nos alejamos de las ciudades, lo cual nos lleva a comprar coches más grandes, que gastan más gasolina pero que corren más.

Sin embargo, es probable que fuese mejor plantear el decrecimiento, en determinadas situaciones, como algo beneficioso. Ayer oía un programa de radio donde se hablaba de la lucha contra el envejecimiento, y se afirmaba que, a la luz de los descubrimientos más recientes, la receta más segura para la longevidad es comer menos. El descenso de la alimentación produce una disminución del metabolismo que hace que los mecanismos de apoptosis de las células se dilaten.  

En las TIC se produce el mismo fenómeno: la conocida ley de Moore expresa que cada 18 meses se duplica el número de transistores que contiene un circuito integrado. Como consecuencia, las memorias aumentan, los discos duros se agigantan, los procesadores aumentan su velocidad para poder gestionar el ingente aumento de datos… Hoy día ya ni nos acordamos que los primeros ADSL, a principios de ésta década, iban a 250 Kbps, que entonces nos parecía una pasada. Hoy día nadie se conforma con menos de 4 Mbps, que es 16 veces más.  

Algunas pocas acciones han ido en la dirección contraria: aplicar inteligencia para amortiguar el apetito insaciable de crecimiento tecnológico: la tecnología ZIP permitió encoger ficheros, sin pérdida de información,  con factores de más de un orden de magnitud. Pronto fué seguida por otras tecnologías, esta vez con pérdidas, aunque imperceptibles para el hombre, para la compresión de las imagenes, los sonidos y los vídeos, apoyados en el conocimiento del funcionamiento de los mecanismos de percepción humana.

Es reciente la preocupación por invertir la tendencia al crecimiento, al menos en algunos aspectos que se consideran críticos. Así, en el artículo Las TIC verdes en la Administración, comentaba las iniciativas de las diversas administraciones para conseguir reducir el consumo energético de la TIC, o bien usarlas como medio para optimizar el ahorro de energía en todos los ámbitos.

Como he dicho en repetidas ocasiones, los tiempos de crisis son tiempos de oportunidades y tiempos de cambio, pero sólo para los que tienen la mente abierta y se liberan de los corsés y de las ideas preconcebidas. El decrecimiento como algo no sólo posible sino deseable es una de esas ideas que van en contra de lo comunmente establecido y aceptado hasta ahora. 

¿Qué tiene que ver esta idea en la práctica de las TIC en la Administración?. Bueno, sus aplicaciones son múltiples. Por ejemplo, la tan traida y llevada reducción de trámites es acorde con la filosofía del decrecimiento. También podríamos plantearnos reducir el número de Ministerios, o aplicar ecomomías de escala: las Agencias TIC son un buen mecanismo para ello. Incluso ideas completamente innovadoras como el acceso gratuito a Internet, que ya propusimos aquí hace año y medio, siguen siendo una forma de avanzar en la Sociedad del Conocimiento ahorrando por otra parte en los gastos asociados.

En fin, el terreno está abierto a las propuestas. ¿Se os ocurre alguna más?.