El día uno de enero de 2014, el Defensor del Pueblo publicó en el BOE la convocatoria de un procedimiento para la selección del Técnico Jefe del Área de Servicios Generales de la Institución (Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones, Infraestructuras e Instalaciones).
Cuando ví esta convocatoria me gustó, y presenté una solicitud para participar en la misma. De este modo, he tenido el placer de vivir de primera mano y disfrutar del proceso, y quiero ahora hacer unos breves comentarios sobre el mismo.
Lo más singular de este proceso selectivo es que, a diferencia de otros, en éste se pedía el desarrollo de un «Proyecto de modernización del Sistema de Información del Defensor del Pueblo». El proceso selectivo en sí, consistía en un conjunto de pasos en los que se verificaba el cumplimiento por los candidatos de una serie de requisitos y la evaluación tanto de sus méritos como, principalmente, del proyecto solicitado.
En un poco usual ejercicio de transparencia para este tipo de procesos en la Administración Pública, todos los pasos del procedimiento han sido hechos públicos en la web del defensor del pueblo, lo cual, junto con la abundante información disponible en su propia web, que incluye tanto aspectos organizativos como técnicos y económicos, y la información publicada por CORA sobre las diversas instituciones del Defensor del Pueblo a nivel estatal y autonómico, ha permitido a la Comisión de Valoración efectuar una selección que debemos entender como muy ponderada, y por lo tanto bastante ecuánime.
Finalmente, el proyecto que presenté no me permitió resultar elegido, aunque sí quedar entre los finalistas, juntamente con Montaña Merchán, con quien he compartido una larga andadura en la Administración.
Sé que sería difícil lograr que los procesos selectivos de personal directivo en las Administraciones Públicas alcanzaran tal grado de transparencia, pero al menos sería deseable que las convocatorias para cargos de libre designación estuviesen realmente abiertas a la participación de los posibles interesados, que los méritos exigibles para el puesto fuesen realmente los que se necesitan para su desempeño, y que tales méritos fuesen los que se utilizan para elegir el mejor candidato.
Como se decía no hace mucho en el blog Trabajando más por un poco menos, la libre designación no es un cargo de confianza. Especialmente en los puestos de carácter marcadamente técnico, y específicamente en aquellos relacionados con las Tecnologías de la Información, no parece muy adecuado el procedimiento, a veces utilizado, de buscar entre la lista de contactos alguien que pueda valer para el puesto y luego anunciar en BOE una plaza diseñada específicamente para el curriculum del precandidato, sea ésta alineada con el trabajo que va a desempeñar o no.
En fin, como no podía ser menos, y en linea con la transparencia del proceso en el que he participado, dejo en el dominio público el proyecto que presenté, para que cualquiera, sea propio o ajeno, pueda, llegado e caso, sacar provecho del mismo.
Un saludo a tod@s.