Antonio Fumero recomienda, en Divergencia a pasarse el jueves día 5 de junio, a las 19:00, a tomarse unas cañas por el Fish Club , invitados por el fiap y con la e-Administración a debate. Como aperitivo propone leer la última aportación de Yanina «¿El ciudadano electrónico?«.
El artículo de Yanina habla de las tres EEe que marcarían el impacto de la Tecnología en las AAPP: a) permitir, facilitar y ampliar el acceso a la información (Eficacia), b) mejorar las prestaciones (Eficiencia), y c) paliar el déficit democrático mediante el incremento de la participación ciudadana en la toma de decisiones y la presentación de propuestas que sean consideradas (eDemocracia).
El artículo es ligeramente crítico con la forma en que se han hecho las cosas hasta ahora («el foco se ha puesto en la electrificación per se más que en una apuesta por la innovación democrática en general«) y comparto su filosofía general. Hay algunos detalles que sin embargo no percibo igual. La LAECAP no es una «ley de acceso a la información» sino de acceso a los servicios, lo cual implicaría servicios electrónicos finales transaccionales, lo cual incluye obviamente el acceso a la información y otras medidas de transaparencia administrativa.
Vuelve a sacar el tema, debatido en algunos foros, de la oportunidad perdida de fijar estándares abiertos en ésta ley como una garantía para los ciudadanos. Me parece sin embargo que en esta ocasión la ley ha apostado por un enfoque pragmático, soslayando esta cuestión, que quizás en otros foros sea más pertinente: no impidiendo el uso de estándares abiertos, cuando y donde los haya, pero no forzando y comprometiendo los servicios a los ciudadanos en virtud de la utilización de estándares abiertos cuando no existen o no son de uso generalizado.
A renglón seguido critica la burocracia y descoordinación actual. Para remediarla haría falta un cambio: «Y éste cambio es político más que tecnológico y requiere de una gran implicación de los funcionarios«. Pero yo diría que hace falta un cambio organizativo y cultural, apoyado políticamente por supuesto, pero liderado por los funcionarios. Cosa difícil ésta (más adelante Alorza nos dá unas pistas).
La filosofía de la administración burocrática, la administración de los procedimientos, viene de lejos, nada menos que de la época de los franceses. Alorza hace una extraordinaria reflexión sobre la evolución de la función pública en funkziona web!: nuevas habilidades para una concepción relacional del trabajo público. La presentación que ha preparado para el II Congreso de la excelencia en la Gestión en las Administraciones Públicas, no tiene desperdicio.
Los que seguimos las reflexiones y el debate en la blogosfera pública pensamos que ésto no es más que el principio. Que la Administración, sea porque «sigue a la sociedad como la sombra al cuerpo«, sea porque está obligada también, y aunque parezca un contrasentido, a liderar el cambio social, estamos planteando nuevas visiones.
No son las visiones del ingeniero o del abogado. No son las visiones donde sigue habiendo una nítida distinción entre el Administrador y el Administrado. Son más bien las visiones del funcionario comprometido, del trabajador, del hombre de la calle, o del (ójala) político. Como dice Alorza: el nuevo funkziona web! debe escuchar, relacionarse, conversar, coproducir.
Si la tecnología puede enseñarnos algo, será que el mundo actual está cambiando, pero no cambiando hacia una nueva sociedad de tipo N+1, sino hacia una nueva sociedad del cambio.
9 respuestas a «La eAdministración a debate»
Gracias, Félix. Celebro que te haya gustado. Ahora sería bueno que consiguiéramos subir, aunque sólo fuera uno de esos escalones hacia el funkziona web!
Gracias a tí, Alorza. En eAdminblog.net sois una referencia. Para mí es siempre un placer seguiros y difundiros.
La verdad es que la escalera es una imagen visual muy oportuna. Aunque a veces me parece que tiene la dimensión del Everest.
Y otras, se me antoja que estamos como en el mito de Sísifo, subiendo y bajando y volviendo a subir otra vez.
He puesto el vídeo de Asterix y Obelix como referencia de contraste: la Administración del pasado. Pero hoy, viéndolo de nuevo, he tenido la sensación que mucho de lo que cuenta es todavía real, por doquier.
Después he leido el post de Oscar «Cara de poker frente al 2.0«. A él le pasa como a muchos de nosotros, que hay tanto contraste entre lo que «soñamos» en los blog, y la cruda y pedestre realidad…
Al leer rápido «cuerpo» he leido «cuerno», y se me ha ocurrido que la administración sigue a la sociedad como el toro al cuerno
EStamos de acuerdo Félix pero también es cierto que sin poco a poco no se van moviendo las cosas, será imposible que algún día puedan cambiar. La tecnología es un enorme campo de posibilidades y el problema para los inmovilistas es que la quieren «capar» para que nada cambie. Pero algún día les será imposible y acabará desbordando las estructuras arcaicas. Mientras, poquito a poquito, seguimos aportando nuestros granitos de arena.
Sí, hay una cierta cúpula directiva que está actuando como tapón. No me atrevo a hacer juicios de valor definitivos: muchos de ellos probablemente con la mejor intención.
Se me ocurre una medida radical como se hace en algunas empresas: jubilaciones anticipadas y bien remuneradas. Esto permitiría renovar aceleradamente el personal y adaptar mejor el funcionamiento general a las nuevas tecnologías. El coste no es tan alto como parece, si en Telefónica es rentable, ¿porqué no en las Administraciones?
Quizás algunos hasta nos apuntásemos…
Buena metáfora Isidril, Julián 🙂 🙂 😀
Lo siento por Yanina pero el artículo refleja una serie de lugares comunes ya trillados y no aporta nada.
En primer lugar como referencia habria que poner los 3 objetivos contenidos en la definición de la eadministración que tienen más profundidad (sobre todo la del cambio interno) . En segundo lugar confunde Ley de acceso a la información con Ley de acceso a los servicios (imperdonable).
El objetivo de la Ley no es el acceso a la información, la mayoría de estos derechos estában ya recogidos en la Ley 30/92 y alguna otra. La Ley es de acceso a los servicios y significa que todos los ciudadanos deben poder hacer los trámites, si quieren, de forma electrónica (no hace falta que sea por Internet o desde su casa) y que la Administración tiene la obligación de prestar estos servicios (punto nada ingenuo).
También se advierte una cierta confusion con estandares abiertos y Sw libre o con Sw gratis. En alguna ocasión he comentado que un sistema puede ser sw propietario y estandar abierto y puede ser Sw libre y de pago (libre no es gratis).
La Ley refuerza el punto que Yanina hecha de menos con algo más importante que es la interoperabilidad (crear un esquema nacional de interoperabilidad), con la creación de un Centro de Tansferencia de Tecnología (ver post CTT) y con el derecho de accesibilidad. También los que usa sw propietario y les gusta (como Mac) tienen este derecho.
En cuanto a la eficiencia el Plan de actuaciones de desarrollo de la Ley tiene una línea entera a la adaptación y simplificación de procedimientos. Todos los trámites electrónicos ahorran dinero al ciudadano (en tiempo o/y en coste) y muchos a la administración a medio plazo.
El problema es que este ahorro en la administración a los políticos les importa muy poco y a los gestores menos. Los interventores se ocupan de que el dinero se gaste con arreglo a la Ley pero nadie de que se gaste bien.
De acuerdo en que los funcionarios son pieza fundamental en el cambio pero debe ir acompañado de la decisión de los mandos intermedios, que algunos impiden más que facilitan (lo que se desconoce se teme y se sacuden a los innovadores).
Yo he tendio que oir como alguno, responsable de un CPD, decia hace dos años que proponía proyectos de ciencia ficción, esos proyectos de ciencia ficción son ahora servicios reales.
Cierto que el foco se ha puesto en los servicio en línea y no en el cambio real y adaptación de la administración al nuevo reto y demanda. Pero no es la información el foco, sino el servicio integral, la proactividad, la transparencia, etc, etc. Cosas que contribuyen de alguna manera a ser competitivos.
Para terminar, aunque al ciudadano se le ha dado distintos nombres según las modas de la gestión pública. El ciudadano no es el usuario, ni el cliente. El ciudadano es el jefe, es el que nos paga.
Que a veces se nos olvida
Ayudáis mucho a los profesionales que diseñamos proyectos para esta transformación. En todo trabajo de consultoría lo más difícil (y lo más eficaz) es comprender las dinámicas de la organización sobre la que trabajamos y entender sus posibilidades y restricciones. Y a veces, desde «el exterior» es difícil.
De todo lo que os leo (muy nutritivo), resalto, porque me parece esencial, con el rol y actitud de los agentes del cambio: «… apoyado políticamente por supuesto, pero liderado por los funcionarios» y «acompañado de la decisión de los mandos intermedios».
Falta el rol del ciudadano. Su madurez tecnológica es muy desigual dependiendo de las zonas. El otro día, alguien se planteaba en una reunión en una diputación, formar a los futuros ciudadanos digitales. «Si no, no tendremos clientes para todo este montaje», comentaban.
Muy clarificador, el post, los comentarios, y las contundentes puntualizaciones de Montaña!
[…] en La eAdministración a debate, con Yanina Welp y unos amigos, la mayoría reincidentes en eventos jueveseros, fueron alternando […]